martes, 12 de octubre de 2010

Motivos de oración:

Esta semana oramos en base al Padre Nuestro. (Mateo 6.9-15)

"Vosotros, pues, oraréis así:"

Lunes 11

"Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre."

Dios, que es nuestro Padre, está en la cúspide y más allá de todo lo creado. Y por encima de toda
limitación y dificultad humana. Es como que estamos reconociendo nuestra situación delante de Dios:
“Tú estás en los cielos.... y yo aquí, en el polvo de la tierra”, esto debería llevarnos a orar a Dios con una
actitud de humildad y reverencia. Por eso Jesús empezó su oración reconociendo la posición y la
santidad del nombre de Dios que por un lado, santificarlo es no mezclarlo con lo profano y mundano, no
tratarlo como algo común o trivial, sino distinguirlo con todo su carácter sagrado. Por otro lado,
santificarlo es glorificarlo (Jn. 12:28).

      1. Oremos declarando y reconociendo que nuestro Padre está más allá de toda limitación. Confesemos nuestra confianza y descansemos en él.

     2. Pidámosle al Señor que su Espíritu nos revele lo grandioso y maravilloso que es su nombre para que nunca lo tomemos en vano. El nombre que hará que toda rodilla se doble y que toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor.

    3. Roguemos al Señor, que en medio de la vanidad y la impiedad de este mundo que busca la gloria de los hombres y deshonra el nombre de nuestro Padre celestial, sus hijos le demos la dignidad y la gloria que merece.

    4. Oremos tomando un compromiso de vivir dando gloria al Santo Nombre de nuestro Padre Celestial, siendo obedientes (Ef. 2:10) y danto testimonio con nuestras vidas. (Mat. 5.16).

Martes 12

"Venga tu reino."

Este reino tiene que ver con el gobierno de Dios, y está presentado en las Sagradas Escrituras en dos aspectos. Primero en el aspecto espiritual, según el cual el reino de Dios está establecido hoy de manera
invisible en los corazones de los cristianos. Estos tienen entrada espiritual en su reino, y como súbditos se someten a su soberanía. En tal sentido este reino está entre nosotros, y sigue estableciéndose en la vida de quienes con sinceridad se rinden a Cristo. El segundo aspecto de este reino es el visible, que todavía pertenece al futuro. Según la enseñanza bíblica, tendrá lugar cuando el Señor venga en gloria para establecer su reino en esta tierra y reinar con su iglesia.

       1. Oremos para que el reinado y el gobierno de Satanás y del pecado en la vida de nuestros seres queridos se termine y en esta próxima campaña se rindan a Cristo para que sea su Señor y Salvador.

      2. Roguemos que el reino de Dios sea establecido en nuestras vidas con mayor fuerza y control, renunciando a todo pecado que nos gobierna y domina, que hoy, a pesar del hostil ambiente diabólico y mundano, estemos dispuestos siempre a buscar primero el reino de Dios.

     3. Supliquemos para que el reino de Dios venga con mayor poder a su iglesia y todo espíritu de rebeldía, sublevación y oposición sea eliminado de en medio nuestro.

     4. Pidamos que el reino de Dios sea establecido, a través de la predicación de evangelio, con una iglesia plantada en el barrio de 80, en Etcheverry, en todo Los Hornos, en toda la Pcia de Buenos Aires, en nuestra nación y el mundo entero.

Miércoles 13

Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

Esta expresión está íntimamente relacionada con la vivencia del reino de Dios. En todo el cielo se ejecuta de manera perfecta la voluntad de Dios. Cuánta necesidad de que tal obediencia también sea una realidad en esta tierra, en nuestra vida, en la iglesia, etc. Cristo es el ejemplo perfecto de ejecutar la voluntad de Dios (Jn. 4:34).

       1. Oremos para estar dispuestos a someternos en todo a la dirección del Señor, para que se cumpla en nosotros la bendición apostólica (He. 13:2021).

       2. Pidamos que todos nuestros planes, deseos y proyectos estén alineados con la voluntad de Dios.

        3. Roguemos para que en esta campaña experimentemos la guía de la voluntad de Dios en  toda la organización.

        4. Reprendamos a Satanás y a todos los demonios que quieren engañarnos para ir en contra de la voluntad de Dios.

Jueves 14

"El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy."

La provisión que se pide es la necesaria para la subsistencia. El “cada día” no implica una prohibición de pedir por las necesidades del futuro, pero sí elimina toda excusa para la ansiedad. La idea es: “danos lo necesario para vivir”“Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” [1Ti. 6:8]).

       1. Pidamos que el Señor nos dé cada día el sustento necesario para nuestra vida y la de nuestra familia.

        2. Supliquemos al Señor para que a ningún hermano o hermana nunca le falte el trabajo, la salud y el sustento diario.

        3. Oremos para aprender a depender de Dios en todo. Es por no depender de Dios como es debido, que muchos padecen miserias y pasan muchas necesidades.

       4. Roguemos a Dios para que por la fe y la obediencia a su palabra que nos manda a diezmar y ofrendar, él nos suministre a su tiempo toda clase de bendición material (Mt. 6:26, 33; Fil.4.19).

Viernes 15

"Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

El perdón se ruega a Dios como Padre, quien está dispuesto a perdonar nuestros pecados a través de Cristo. Sin embargo, nos impone además el deber de perdonar a aquellos que nos han ofendido, ya que el perdón de Dios está condicionado a que nosotros perdonemos a aquellos que hayan hecho algo malo contra nosotros.

       1. Pidamos al Señor que venga de parte de su Espíritu una profunda convicción y arrepentimiento de todos nuestros pecados. Y como resultado de esto nos convirtamos de todo corazón a él.

      2. Oremos renunciando todo lo oculto y vergonzoso.

      3. Supliquemos a Dios para que ningún rencor, ni odio, ni ningún abrigo de venganza estén ocultos en nuestros corazones.

      4. Decidamos perdonar a todos los que nos han ofendido y también estemos decididos a pedir perdón y restaurar a todos los que hemos ofendido.

Sábado 16

"Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal."

La expresión “no nos metas” es una forma hebrea que significa “no permitas que entremos” ya que la Escritura dice que Dios no “tienta a nadie” (Stg. 1:13). El término “el mal” equivale a decir todos los peligros que nos rodean, tanto en lo espiritual como en lo material; y bien puede aplicarse asimismo al maligno, que astutamente nos tiende sus redes en forma continua.

       1. Supliquemos a Dios que en toda tentación tengamos siempre la victoria.

       2. Roguemos al Señor para una vez terminada la tentación hayamos aprendido algo más y de esta manera sigamos avanzando hacia la madurez.

       3. Oremos pidiendo protección de toda influencia espiritual maligna sobre nuestras vidas, familias e iglesia.

       4. Pidamos ser librados de todo ataque satánico en cuanto a la vida espiritual, familiar, económico y material.

Domingo 17

" porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén."

Finalmente, debemos terminar con la alabanza. “Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.” Esta expresión denota una especie de corona del proceso de oración, que  termina con un alma eufórico que quiere manifestar su admiración por el Dios al cual se ha dirigido, reconociendo su excelsa grandeza.

      1. Alabemos al Señor por todas sus bendiciones espirituales, gozo, paz, sabiduría, dones, etc.

      2. Alabemos al Señor por todas sus bendiciones físicas y materiales, casa, trabajo, bienes, salud, etc.

      3. Alabemos al Señor por todas sus bendiciones en nuestras relaciones, familia, amigos, hermanos en Cristo, etc.

      4. Alabemos al Señor por todas sus bendiciones ministeriales, por todo lo que podemos hacer con nuestra vida para cumplir sus propósitos.

Busca un compañero para orar durante estas seis semanas. La idea es juntarse una vez a la semana para orar juntos. Si quieren hacerlo más días no hay problema, pero un día a la semana como minimo.

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