martes, 5 de noviembre de 2013

Restauración total…!



Salmo 80:3 "Oh Dios, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos."

La expresión del salmista en el versículo tres, es muy fuerte y vivaz, como un clamor, es tan así que la repite tres veces en el mismo salmo (vv. 3, 7 y 19). La frase la dice al principio, casi a la mitad y termina con la misma expresión. Evidentemente el deseo del salmista es obvio y enfático… Señor, RESTÁURANOS…!!!

Restaurar en griego (anoikodomeo /ἀνοικοδομέω), significa volver a construir (an, de nuevo, otra vez; y  oikodomeo, construir, edificar). Por lo tanto, hay una necesidad de volver a edificar, reconstruir lo que fue destruido, roto, aplastado, etc.

En este caso, el salmista está pidiendo una restauración espiritual y política, ya que ellos se encontraban bajo la opresión y esclavitud de un ejército enemigo que había arrasado con la ciudad.

La verdad, es que se encontraban en esta situación por haber abandonado a Dios y sus mandamientos. Cuando se encontraban en un estado de bienestar, de poder y progreso, se olvidaron de Dios. Evidentemente esto es lo que le pasa a muchas personas, que fácil es olvidarse del que bendice por la bendición.  Por eso, el mismo Dios, les había advertido sobre esto al entrar en la tierra prometida.

10Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, 11y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies, 12cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
Deuteronomio 6:10-12

La restauración que pide el salmista, no tiene tanto que ver tanto con volver a tener el bienestar económico y material que antes tenían, sino más bien con recuperar la presencia de Dios en sus vidas. Por eso dice: haz resplandecer tu rostro y seremos salvos. La restauración tiene que ver más con Dios que con nosotros. Que el Señor sea restaurado a nuestras vidas, que sea restaurada su presencia a nuestras vidas.

Es interesante que la Nueva Traducción Viviente, traduce: Oh Dios, haznos volver a ti”; en lugar de “restáuranos”. Evidentemente no puede haber restauración sin la presencia de Dios en nuestras vidas y cuando Él está en nosotros, no solo su rostro resplandece, sino también el nuestro.

La expresión, “Haz resplandecer tu rostro” Equivale a la expresión moderna «sonreírse». La idea es que Dios cambie la cara de enojado a una cara de alegría, sonriente. Que tenga buena predisposición a perdonar y restaurar.  Y es verdad que cuando alguien está contento, tiene el rostro brillante.

Esta restauración, no tiene que ver con que nosotros estemos bien y contentos, sino, con hacer a Dios sonreír. Para esto es necesario un profundo arrepentimiento y clamor de que Dios vuelva su Santo Espíritu a nuestras vidas.
En el Salmo 51, David pone en práctica esto que estamos hablando. Él dice: 3Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.
Y más adelante dice: 9Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. 10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. 11 No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. 12 Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente.
Cuando dejamos de lado a Dios por las cosas de este mundo y por los deseos de la carne, nuestra vida comienza a caerse a pedazos, como la de David. Sin embargo, la gracia y la misericordia de Dios son tan grandes que está siempre dispuesto a perdonarnos y restaurarnos y la única manera de restauración es volviendo al Señor.
Por eso si hay algo que este destruyendo tu vida, no dejes pasar más tiempo, clama al Señor desde lo profundo de tu corazón… Señor, restáurame.
Y si no hay nada que restaurar en tu vida, conviértete en un agente de restauración, colaborando con Dios en la edificación espiritual de tus hermanos, teniendo en cuenta la recomendación que el apóstol Pablo les hace a los gálatas:
Gálatas 6.1 1Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.


martes, 3 de septiembre de 2013

Verdaderamente discípulo,

verdaderamente libre,

verdaderamente hijo.


Juan 8.31-38 31 "Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 33Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? 34Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. 37Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. 38Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre"

Casi siempre que se habla de liberación, lo que viene a nuestra mente es la esclavitud espiritual que tiene que ver con el Diablo y sus demonios. Pero no es la única forma de liberación que podemos experimentar en nuestras vidas cristianas.
En este pasaje, de una manera casi disimulada, aparece un proceso de liberación muy importante para entender como ser libres de verdad.

1. Creer.


La primera instancia en esta etapa es la de creer. Dice el pasaje que Jesús le estaba hablando a un grupo de judíos que habían creído en Él. Y la recomendación de Jesús es a permanecer en su palabra para ser verdaderamente sus discípulos.
Evidentemente no alcanza con creer, hay que permanecer en lo que decimos creer. Muchas veces nuestras creencias se ponen a prueba, y lamentablemente muchos terminan actuando totalmente en contra de lo que decían creer.
La clave está en permanecer en aquello que creemos aunque todo vaya en contra de nuestra fe.
Creer es el primer paso.

2. Discípulo.


La segunda etapa de esta verdadera liberación, está en convertirnos en verdaderos discípulos. Esto no es posible, si no permanecemos en las enseñanzas del maestro. Para ser verdaderamente discípulos de Cristo, debemos llevar a la práctica y a nuestra forma de vida todo lo que Él nos ha enseñado en su palabra. De esa manera, lo estaremos reflejando a Él en toda nuestra manera de vivir como discípulos de verdad.
Aquí pareciera ser que se cierra el proceso y no hay más necesidad de nada ya que somos discípulos y de alguna manera cumplimos con la gran comisión que Jesús nos mandó; “hacer discípulos”.
Pero evidentemente, tampoco alcanza con convertirnos en discípulos.
Hay más, esta es solo la segunda instancia en el proceso de liberación verdadera.

3. Hijo Vs. esclavo.


Aun siendo discípulo, uno todavía puede quedar esclavizado sino conoce la verdad, el conocimiento de la verdad es la que trae libertad genuina.
Lamentablemente muchos cristianos se conforman en esta instancia y se convencen a sí mismos que no necesitan otra cosa porque ya alcanzaron lo que querían y se convirtieron en discípulos de Cristo… recordemos que Judas también era discípulo de Cristo, sin embargo estaba en un prisión de pecado, robando de lo que se recaudaba y planificando para matar a Jesús.
La tercera instancia en esta etapa es la de la liberación de la esclavitud para ya no ser más esclavo y convertirse en HIJO.
Por supuesto que esto se produce cumpliendo las primeras dos etapas; creyendo y convirtiéndome en discípulo de verdad.
Al ser discípulo, recién ahí tengo acceso a la VERDAD y al conocer la verdad, ella me hace libre de la esclavitud para empezar a vivir como hijo del dueño de casa y no como un esclavo.
En este caso la esclavitud no tenía que ver con una posesión demoníaca, sino con un amo constantemente insatisfecho; “el pecado”.

Jesús enseña que aquel que practica pecado, esclavo es del pecado. Ante la acusación de Jesús los judíos comienzan a justificarse a sí mismos y al defenderse, lo único que hacen es alargar el tiempo de esclavitud. Y el pecado de ellos, que los tenía esclavizados, no tenía que ver con pecados sexuales, o robo, mentiras, o malos pensamientos. El pecado que los tenía cautivos, era el pecado del odio, el rencor, resentimiento y deseos de asesinar a Jesús.
Por eso Jesús les dice: "37Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. 38Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre"
Porque aunque ellos dijeran creer, y aun tratando de ser discípulos, seguían siendo esclavos del pecado haciendo la voluntad del padre de todos aquellos que no reciben la palabra de Jesús, este es el Diablo.
Creamos, convirtámonos en verdaderos discípulos y conozcamos la verdad para ser verdaderamente libres, nunca más esclavos, sino hijos.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Cinco razones por las cuales nos necesitamos unos a otros.



¡Juntos tenemos mejor compañerismo! La Biblia enseña que fuimos formados para disfrutar del compañerismo, ¡y es obvio que solo, no se puede tener compañerismo! Por lo menos se necesitan dos personas. Al mismo tiempo, tampoco se puede tener compañerismo con una multitud. El verdadero compañerismo tiene lugar en un grupo pequeño de personas. Es por eso que Jesús tuvo un grupo pequeño de doce discípulos. Él modeló el compañerismo. Marcos 3:14 dice:  “Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar”. Antes de enviarlos a predicar, los estableció para que estuviesen con él… eso es compañerismo.
¡Juntos crecemos mejor! Igual que la mano no puede crecer si está separada del cuerpo, uno no puede crecer espiritualmente si está apartado del compañerismo con los demás creyentes. La Biblia dice que juntos formamos el Cuerpo de Cristo. Como tal, cada miembro del cuerpo es importante y necesario para que el cuerpo funcione de acuerdo a como Dios lo diseñó.
¡Juntos servimos mejor! Pablo instó a los creyentes en la iglesia de Filipo: “Llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento” (Filipenses 2:2). Servir juntos a Dios, en lugar de hacerlo solos, tiene muchos beneficios: unos a otros nos compensamos las debilidades, somos más eficientes, multiplicamos nuestra eficiencia, podemos derrotar problemas mayores y nos podemos apoyar mutuamente cuando estamos cansados o desanimados.
¡Juntos adoramos mejor! Adorar juntos aumenta nuestro gozo, amplía nuestra perspectiva, ayuda a otros a creer y garantiza la presencia de Dios en medio nuestro. Jesús dijo: “Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:20). Aunque es cierto que Dios siempre está con nosotros, hay un sentido único y poderoso de su presencia que solo se puede disfrutar y experimentar en comunidad con los demás creyentes.
Adorar con otros creyentes nos ayuda a ver más allá de nosotros mismos y de nuestros problemas. A una persona recién convertida, se le preguntó acerca de la importancia de perseverar en el congregar y adorar juntos. Ella contó su primera experiencia al asistir a los cultos de la iglesia: “Las canciones no me gustaron para nada, dijo, las consideré poemas de quinta categoría con música de sexta categoría. Pero a medida que seguí yendo, reconocí la gran importancia de todo esto...  y progresivamente mi vanidad comenzó a descascararse. Reconocí que, mientras un santo anciano con botas de goma, sentado en el banco a mi lado, cantaba con mucha devoción las canciones de sexta categoría, yo no era digno siquiera de calzar esas botas. Adorar juntos nos saca de nuestra vanidad solitaria”.
¡Juntos alcanzamos mejor! La Biblia dice: “Pase lo que pase, compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo… sabré que siguen firmes en un mismo propósito, luchando unánimes por la fe del evangelio” (Filipenses 1:27). Dios espera que nosotros nos hagamos compañeros de otros para llevar las Buenas Nuevas a los demás.
Una manera práctica en que podemos hacer esto es invitando a las personas de nuestra comunidad a participar de nuestros grupos. Muchas personas, que tal vez tengan dudas en cuanto a venir de visita a un culto de la iglesia, quizás aceptarían una invitación a un grupo estudio bíblico mas informal que funciona en una casa. No te pierdas esta oportunidad perfecta para alcanzar a los vecinos, amigos y compañeros de trabajo.

viernes, 5 de julio de 2013

Creciendo Juntos…



"El odio despierta rencillas, pero el amor cubre todas las faltas"
Proverbios 10.12
Hay una canción en España que dice:
... ODIAME, YO TE LO PIDO
ODIAME, SIN COMPASION
QUE AUNQUE ME ODIES
TE AMARA MI CORAZON...
El camino del odio.
El odio es un sentimiento negativo, de profunda antipatía, disgusto, aversión, enemistad o repulsión hacia una persona, cosa, situación o fenómeno, así como el deseo de evitar, limitar o destruir aquello que se odia.
En la Biblia encontramos muchas historias que tienen que ver con el odio y sus resultados como por ejemplo la historia de Jacob y Esaú.
Génesis 27:41  41Aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre lo había bendecido, y dijo en su corazón: «Llegarán los días del luto por mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob».
Esaú se enojó tanto con Jacob que por un momento olvidó su error al regalar su primogenitura. La ira que producen los celos nos ciega y nos impide ver los beneficios que tenemos para que nos fijemos en lo que no tenemos.
Cuando Esaú perdió la valiosa bendición familiar, su futuro cambió repentinamente. Reaccionó con ira y decidió matar a Jacob. Cuando uno pierde algo de gran valor, o si otros conspiran contra uno y logran su objetivo, la primera reacción y la más natural es el odio.
El odio es la acumulación de enojos no resueltos... cuando vamos acumulando y van pasando las cosas y no las resolvemos, esto termina convirtiéndose en ODIO.
Es bueno recordar que una pequeña raíz de amargura es capaz de contaminar a muchos. El resentimiento poco a poco se convierte en rencor, y el rencor es sinónimo de ira reprimida, y la ira reprimida puede generar el odio que arrastra a la condenación.
El amor siempre es el mejor camino.
Hasta ahora hemos hablado de lo tremendamente dañino que es el odio, pero si bien en la Biblia encontramos historias de odio, también podemos encontrar historias de amor y perdón.
Y una historia que comenzó con odio, después término con amor, y es justamente la historia de Jacob y Esaú.
La reconciliación de Jacob y Esaú.
Génesis 33.4 4Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándose sobre su cuello, lo abrazó y besó; los dos lloraron.
La reacción de Esaú constituye un ejemplo de amor y perdón tan increíble que muchos han encontrado en esta historia una fuente de esperanza para restaurar sus relaciones rotas.
Esaú recibió a su hermano Jacob con un gran abrazo. Imagínate qué difícil debió ser esto para Esaú, el que una vez pensó matar a su hermano. Pero si bien sus heridas no habían sido sanadas. Con el tiempo cada uno por su cuenta comprendió que sus relaciones eran más importantes que todo lo demás.
La sanidad vino en el momento en que se dio el abrazo con su hermano y juntos lloraron. Dentro de las posibilidades, siempre es aconsejable que si la persona que te ofendió, u ofendiste, está viva y relativamente cerca, puedas acercarte y pedirle perdón. No habrá verdadera sanidad hasta que resuelvas la situación y resolver la situación nos aclarar lo que pasó, sino perdonar.
La Biblia lo dice así en Lucas 6: 27-28, "Hagan el bien a aquellos que los odian, bendigan a aquellos que los maldicen y oren por aquellos que los maltratan."
Esto es parte del perdón. Devolver el bien por el mal.
Colosenses 3.13 dice: "Recuerden que el Señor los perdonó, por lo tanto, ustedes deben de perdonar a otros." Dios te ha perdonado, y por lo tanto Él quiere que perdones a aquellos que te han herido.
Dios te ha perdonado. Nunca tendrás que perdonar a nadie más de lo que has sido perdonado por Dios.
Este mes vamos a comenzar con una campaña de 40 días para aprender a crecer juntos en comunidad y la prioridad para que esto suceda es el amor.


jueves, 6 de junio de 2013

Oraciones que causan terremotos…


"… 3Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. 4Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. 5Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto"
Apocalipsis 8:3-5


Una esposa que era convertida, vivía con su marido que era enemigo del Evangelio, por el cual estuvo orando durante un año, cada día, sin ver respuesta a su oración. Después de este tiempo pensó que no era la voluntad del Señor la conversión de su esposo e iba a dejarlo, cuando Dios le inspiró la idea de perseverar 6 meses más. Así lo hizo y el mismo día que se cumplían los 6 meses, vino su esposo del trabajo bastante preocupado. La mujer lo observo pero no dijo nada.
Al día siguiente pudo darse cuenta de que la aflicción continuaba y, por fin, ella se atrevió a preguntarle qué le sucedía, y él le explicó:
* Hacia las doce de ayer (la ora en que ella acostumbraba a presentar su oración a Dios) vino a mi mente un texto de la Biblia que me impresionó profundamente. “Todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”. Sentí un gran temor, un escalofrío que corría todo mi cuerpo, porque me dije: ¿Si esto es verdad, qué será de mí? Desde entonces, no he podido estar tranquilo.
Su esposa le animó a orar y aunque al principio parecía que no podía hallar la paz, se levantaron con lágrimas de arrepentimiento y de gozo por la salvación encontrada.

l. Las oraciones de los santos.
El altar para quemar incienso simbolizaba la oración de cada día, y anticipaba el papel de Cristo como nuestro intercesor. Se usaba un incensario lleno de brasas encendidas en el templo para la adoración. El incienso se echaba sobre las brasas y el humo fragante subía, simbolizando la oración de los creyentes que asciende hasta Dios (véase Éxodo 30.7–9).
Este misterio se revela en Apocalipsis donde en el capítulo 5 versículo 8 afirma que el incienso son las “oraciones de los santos”. Una vez que uno acepta a Cristo en su corazón es declarado “santo” y sus oraciones comienzan a llenar una copa.

II. Llenado el incensario.
Llega un momento en el cielo, en el tiempo de Dios que él dispone en su voluntad derramar la copa del incienso como respuesta a las oraciones. Pero no fue sino hasta que la copa se llenó, por supuesto con un poco de ayuda de Señor, que ordenó que se le añadiera incienso a las oraciones de los santos, como resultado, dice el versículo 4 que de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.
Cuando nuestras oraciones llegan como el humo del incienso a la presencia de Dios, entonces viene la respuesta, la intervención divina de una forma sobrenatural y poderosa.
La copa se tiene que llenar de plegarias, oraciones, clamor, intercesión por otros, etc.
¿Cómo llenamos la copa? Éxodo 30.7-8 dice: 7Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. 8Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones.
Pablo les recomienda a los Efesios en el capítulo 6 versículo 18: orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos…
En primera 1 Tesalonicenses 5:17 Pablo sigue recomendando lo esencial para tener una vida plena: 17Orad sin cesar.
Otra historia que demuestra que esto es real se encuentra en Hechos 12:4, donde el resultado de las oraciones de los santos, cuando llenaron la copa del incienso, fue que Pablo fue liberado de la cárcel de una manera sobrenatural.

III. Oraciones que causan terremotos.
5Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.
Literalmente podemos decir que Dios arrojo nuestras oraciones a la tierra como respuesta y las cosas comenzaron a suceder. En este tiempo necesitamos más que nunca multiplicar nuestras oraciones, hay que llenar la copa, el incensario tiene que estar completo, cada mañana, cada noche, perpetuamente, siempre, sin cesar tenemos que orar para que sucedan las cosas que Dios quiere hacer a través de nosotros y no haya impedimento.
Jesús dijo en Juan 15:7: 7 "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho." También dijo:" Pedid y se os dará…" El salmo 2.8 dice: "8Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra"
Este es el tiempo en que las cosas tienen que suceder, nuestras oraciones tienen que causar terremotos.
Que tiene de peculiar un terremoto, que después que pasa las cosas no quedan igual, la tierra se abre, las cosas se rompen, nada queda en su lugar, todo cambia, la vida no vuelve a ser la misma. Quizás algunas cosas en tu vida, en tu familia, en la iglesia o en nuestra sociedad, necesitan un terremoto que cambie todo, que mueva algunas cosas de lugar, que rompa las cadenas que nos atan, etc.
La única manera de remover algunas cosas es con un terremoto santo que viene como consecuencia de nuestras oraciones.
Hechos 16:25-26: 25 "Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. 26Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron"
Hechos 4.31 dice: 31 "Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios"

Nuestras oraciones pueden causar terremotos que cambien las cosas para siempre. Pero es necesario que llenemos la copa de oro, el incensario. Cuando Dios en su voluntad lo disponga lo derramara en respuesta a nuestras oraciones.

lunes, 6 de mayo de 2013

Esperanza…


…porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.

1 Corintios 9:10b
Es admirable ver la cantidad de gente que hace cosas por hacerlas, sabiendo que no va a suceder nada, pero de todas maneras lo hace igual.
Fui a hacer el trámite en la AFIP para ver si tenía posibilidades de comprar algunos dólares para mi viaje a México.  Entre al edificio de la AFIP, espere e hice cola en el sector de informes, cuando llegó mi turno me explicaron que para ese trámite necesitaba tener mi clave fiscal, y para esto necesitaba una fotocopia de mi documento, salí del lugar fui a sacar la fotocopia, luego volví, saqué numero para tramitar mi clave fiscal, me senté y espere mi turno, luego de terminar con ese trámite; saque nuevamente número para pedir autorización para comprar dólares, así que me senté nuevamente y espere mi turno, para que al final me dijeran que no, que no podía comprar dólares ya que mi ingreso anual del año 2012 no había superado los cien mil pesos.
Que feo es hacer las cosas para luego no obtener ningún resultado. Creo que nadie en su sano juicio haría cosas sin esperar que eso que hace produzca algún resultado positivo.
Cuando Jesús vino a este mundo, él no vino a ver qué pasaba, no vino a probar, vino a llevar a cabo una misión con un resultado esperado.  Juan 3:17 dice que Jesús vino al mundo, para que el mundo, sea salvo por él.
Después de la inundación que sufrió nuestra ciudad semanas atrás, podía ver en la cara de la gente que estaba en la calle sacando sus muebles arruinados por el agua, la desesperanza, la decepción, la tristeza, etc. Ver el noticiero era para amargarse un poco más al ver la magnitud del desastre que había originado una lluvia de unos 400 milímetros de agua por algunas horas, llevándose aún las vidas de muchas personas.
Pero en medio de este desastre, se pueden rescatar muchas cosas muy valiosas. Me llamó la atención, la nota que le hicieron a una Señora por televisión, quién ante la pregunta sensacionalista del periodista, de cómo se sentía al haberlo perdido todo, ella respondió; no lo perdí todo, perdí solo las cosas materiales, pero tengo mi vida y mi familia gracias a Dios, ahora hay que volver a empezar.
Que hermoso es ver a la gente tener esperanza a pesar de todo. Que hermoso es ver a los cristianos seguir adelante creyendo firmemente en que todo lo que están haciendo realmente es para la gloria de Dios, sin importarles que les vaya bien o mal, que tengan o no tengan.
No debemos hacer las cosas para probar o para ver qué pasa, debemos hacer las cosas con esperanza, así como  el que ara y trilla espera recibir fruto de su trabajo. Hacer las cosas por hacerlas o porque hay que hacerlas, sin esperar recibir el fruto del esfuerzo y del trabajo es verdaderamente un derroche de tiempo, esfuerzo y trabajo. No tenemos dos vidas para desperdiciar una probando a ver qué pasa.
El Apóstol Pablo tenía mucha claridad con respecto a esto y él dijo en 1 Corintos 9.24-26 24 ¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero sólo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. 25 Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. 26 Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire.
¿Qué es lo que esperas recibir de todo lo que estás haciendo? ¿Cuál es tu meta? ¿A dónde querés llegar?  
Define tus metas, establece el punto de llegada, no corras como quién no sabe a dónde llegar, no luches dando golpes a al aíre. En todo lo que hagas, ejercita la esperanza de ver el fruto de tu esfuerzo y trabajo.
No importa lo que pueda pasar en el camino, que tus ojos estén fijos en la meta, si caes levántate sigue adelante, no desistas, no abandones, no vuelvas, atrás… si las aguas de la frustración y fracaso inundan tu vida, espera que bajen y vuelve a empezar.
Recuerda que la esperanza es una hoja de olivo; evidencia de tierra seca después de una inundación. Es una prueba para el soñador de que vale la pena arriesgarse a soñar.


lunes, 15 de abril de 2013

La Casa Sobre la Roca

LANZAMIENTO MIÉRCOLES 17 DE ABRIL
En un sentido integral, la mayordomía se refiere a la administración responsable de los recursos para que, de manera eficiente y enfocada en el propósito para el que fueron designados, se entregue un resultado positivo al dueño de los recursos en cuyo nombre los administramos. Esta campaña durará tres meses. Durante este tiempo estaremos estudiando cada tema, en los cultos de los miércoles, en el GBC, y los domingos como parte de la reunión, en el momento de los anuncios y las ofrendas, se hará una mención especial del tema de esa semana. Los temas son: Introducción a la Mayordomía - Mayordomía del tiempo -  Mayordomía de la familia - Mayordomía de los recursos -  Mayordomía de los dones y talentos - Mayordomía del ser




lunes, 8 de abril de 2013

Sólo para pecadores…




Para reflexionar en este mes que celebramos las pascuas…
En esta oportunidad quiero compartir un capítulo del libro “Reflexiones sobre la evangelización” que escribiera el pastor Osvaldo Simari, maestro y compañero de milicias en muchas etapas de mi vida y ministerio.
En la puerta de cada lugar donde va a predicarse el Evangelio debería haber un letrero con esta inscripción: «SOLO PARA PECADORES». El mensaje de la Palabra de Dios gira alrededor de dos grandes verdades fundamentales:
1. Dios es justicia, y no puede pasar por alto el pecado del hombre, y tiene que condenarlo.
2. Dios es amor, y con su gracia desea salvar al pecador.
Predicar solamente la justicia de Dios sólo haría más desesperante la situación del pecador, más terrible y trágica su perdición; y si tan sólo enfatizamos el amor de Dios, despertaríamos en las almas una admiración sentimental o intelectual hacia la persona de Cristo, pero no ofreceríamos el verdadero camino de la salvación que ha de pasar ineludiblemente por la experiencia de la convicción de pecado y arrepentimiento.
Muchas veces hemos presentado el Evangelio de manera inadecuada. Nos hemos olvidado de testificar acerca del pecado y los pecadores.
Olvidamos que la cruz de Cristo habla no sólo del amor o la misericordia de Dios. También habla de la justicia y de la ley. Es que Dios no perdona ni salva por medio de la anulación de su justicia. Al contrario, Él es «el justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús»  (Romanos 3:26). Esta justificación del pecador que Dios hace posible en Cristo manifiesta precisamente la justicia de Dios (Romanos 3:21,25,26) tanto como su perdón y misericordia. Eso tiene que llevarnos a considerar lo terrible que es quebrantar la ley divina: el pecado. En la cruz vemos lo que Dios hace con el pecado.
La ley y la cruz, la justicia y la misericordia, deben formar parte de nuestro anuncio del Evangelio. Pero hoy día muchas veces preferimos no hablar de la ley, del pecado o de la condenación cuando justamente son esos conceptos los que pueden ayudar al pecador a ver su total miseria espiritual y necesidad de Cristo.
No queremos que nadie caiga en la esclavitud de la ley; advertimos contra el error del legalismo. Pero a veces olvidamos que una persona no puede creer con una fe viva, real y salvadora, hasta que se haya dado cuenta por propia convicción de su impotencia espiritual. Según Pablo, por la ley es el conocimiento del pecado (Romanos 3:20). Dios mata antes de dar vida (1 Samuel 2:6), y es por la Ley que Dios mata (Gálatas 2:19; Romanos 7:9).
Cuando no cuidamos el anuncio de la ley de Dios, las personas desprecian la ley y no la tienen en cuenta, y al final, terminan despreciando la misma gracia. Es necesario que las almas lleguen a la desesperación del que sabe que no puede salvarse por sí mismo, y que ha de clamar a Dios con todas sus fuerzas. Ése es el momento en que el pecador comprende que el Evangelio no es para los que se creen justos, sino solamente para pecadores. Ahí es cuando el alma no sólo recibe capacidad para comprender el Evangelio, sino para creerlo con fe salvadora.
En innumerables casos hemos predicado un Cristo que es más Maestro que Redentor, más ejemplo que salvación, y más capaz de levantar un cierto grado de simpatía o un suave sentimiento antes que una profunda vergüenza por nuestro pecado, error y depravación. De este modo, el fruto muchas veces pudo haber sido conversiones dudosas, por falta de verdadera convicción de pecados. Como dice Oswald Smith: «Esta moderna teoría de “aceptar a Cristo”, sin más ni más, sin una profunda convicción de pecado, es una creencia mortal, jamás fruto de un nuevo nacimiento auténtico».
Hay que predicar ambas cosas: Ley y Evangelio, pecado y salvación. Hay que darle tiempo a Dios para que Él actúe en el alma, convenciéndola de pecado, y haciéndole ver que por sí misma no podrá salvarse nunca. Solamente la convicción de pecado es la adecuada antesala de la fe salvadora.

martes, 5 de marzo de 2013

Obra Misionera en Etcheverry


Hola hermanos queridos

Volvemos a ustedes en este nuevo año 2013, con nuestras fuerzas renovadas y llenos de las palabras esperanzadoras y la compañía de nuestro Dios.
Damos gracias al Señor por la nueva etapa que estamos viviendo como iglesia en el club Centro Fomento de Los Hornos y también por lo que Dios sigue haciendo en Etcheverry. Nuevas familias están acercándose a la iglesia y aprenden más y más de quien es Dios y que quiere para sus vidas.
En esta oportunidad tenemos para contarles ciertos proyectos que Dios puso en el corazón de todos, los cuales muchos de ustedes ya conocen, pero quizás otros no, por eso les hacemos un resumen de los mismos:
  • En el mes de febrero tuvimos una reunión de núcleo en donde se organizó la primera sección se la iglesia. Esta estará compuesta por tres grupos, uno de jóvenes, otro de mujeres y el tercero de matrimonios. A comenzar en el mes de Marzo. Oren por Darío, Griselda, Marcelo y María quienes de nuestra mano van estar tomando este desafío.
  • En el mes de diciembre anunciamos, por fe, que daríamos clases de guitarra, batería y alfabetización. Todas estas cosas, en ese tiempo, sin tenerlas. Pero como Dios es fiel y le agrada que tengamos y actuemos por Fe, nos concedió en el mes de febrero a través de la donación de la familia Pineda, una guitarra y una batería, ¡nada más ni nada menos que lo que necesitábamos! Damos la gloria a Dios por ello y nuestra gratitud a los hermanos que donaron también.
  • Con respecto a las clases de alfabetización también tenemos novedades: se ha acercado a  hablar la pastora Graciela de Sforza y compartiendo con ella la necesidad de alfabetización de muchos hermanos de Etcheverry, nos dijo que ella había creado un método para enseñar adultos que resultó tan bueno que el estado se lo compró para introducirlo en el sistema educativo nacional. Ante la necesidad de Etcheverry no puede ser ella quien vaya a enseñar debido a la cantidad de trabajo que ya tiene, pero sí nos dijo, que si le enviamos a alguien que realmente tenga la vocación de enseñar, ella gratuitamente puede enseñarle el método para que luego capacite a los hermanos que tanto ansían sus clases. Lo dejamos en sus corazones para que nos ayuden en oración, seguramente Dios ya sabe quien será, esperamos en El. Esto mismo con respecto a las clases de batería y guitarra, oremos unidos y aliéntense unos a otros, perseveremos en el camino donde Dios nos ha introducido y caminemos por Fe.
   DIOS LO ESTA BENDICIENDO ¿LO PUDIERON NOTAR?

Lo increíble de ser cristiano…



26Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.
Hechos 11.26
Estamos viviendo, como iglesia, un tiempo muy especial, donde el Señor se manifiesta cada vez más en nosotros mostrándonos su voluntad y deseo, pero también nos revela contra las cosas y los espíritus con los cuales debemos enfrentarnos y batallar. Realmente es maravilloso.
Y todo esto lo hace con el propósito de que su iglesia siga siendo edificada para poder manifestarse a través de ella al mundo. Esta declaración puede sonar muy romántica y hasta presuntuosa. Pero qué es lo que verdaderamente estamos diciendo.

La iglesia es edificada por el Señor a través de las personas que la componen. La vida de las personas formando el templo santo del Señor es el lugar propicio para que el Señor se muestre al mundo para salvación.
Por lo tanto, los cristianos deberán ser cristianos… y a esto a lo que quisiera referirme en este momento.
No podemos ser cristianos y vivir en armonía con el mundo, ya que justamente el mundo está en total oposición a Dios, a sus hijos y a su palabra.
O como bien dice A. W. Tozer: En el corazón del sistema cristiano se haya la cruz de Cristo con su paradoja divina. El poder del Cristianismo aparece en antipatía hacia, y nunca de acuerdo con, los caminos del hombre y su naturaleza caída. La verdad de la cruz es revelada en sus contradicciones. El testimonio de la iglesia es más efectivo cuando declara en lugar de explicar, porque el evangelio va dirigido no a la razón sino a la fe. Lo que se puede probar no necesita de la fe para ser aceptado. La fe descansa en el carácter de Dios, no sobre los resultados del laboratorio o de la lógica. La cruz se opone firmemente al hombre natural. Su filosofía se mueve contrariamente a la mente que no ha sido regenerada, por eso Pablo pudo decir tajante: “La palabra de la cruz es locura a los que se pierden”. Tratar de encontrar un lugar común entre el mensaje de la cruz y la razón del hombre natural es tratar con un imposible, y si se persiste en ello el resultado es una cruz innecesaria y un Cristianismo sin poder.
El cristiano es verdadero cristiano cuando vive a Cristo en su casa, con su esposa, con sus hijos, en su trabajo, etc. esto lo hace poniendo en práctica las enseñanzas de Cristo y Sus apóstoles.

El cristianismo es el mundo del revés, ya que según la razón humana, tiene muchas contradicciones:
Para vivir, realmente tiene que morir.
Para salvar la vida, la tiene que perder.
Para tener todo, tiene que despojarse de todo.
Para caminar firme sobre la tierra, tiene que estar senado con Cristo en los cielos.
Para ser exaltado, tiene que humillarse.
Está en el mundo, pero no es del mundo.
Es pobre, pero lo posee todo.
Es débil, pero así es la única manera de ser fuerte.
No sabe nada, pero tiene toda la sabiduría del cielo.
No tiene capacidad para hacer nada, pero todo lo puede.
Es consciente de su pecado, pero no puede dejar de ser santo.
Se goza cuando sufre.
Se cree menos que nadie, pero es el que Dios más escoge.

En fin como dice Tozer: Como el halcón nocturno, el cual en el aire es la esencia de la gracia y la belleza pero en tierra es torpe y horrible, así es con el cristiano que se presenta en su mejor estado en los lugares celestiales pero no se adapta a las maneras de la sociedad en la cual nació.
Esta paradoja de la vida cristiana es lo que marca la diferencia entre quién es cristiano y quién no lo es.  El verdadero cristiano no encuentra satisfacción en la realización personal, no busca hacer lo que le agrada, no quiere pasarla bien o disfrutar.
Es únicamente en la presencia de Dios donde se siente verdaderamente completo, satisfecho y realizado, más aun no existe otro lugar mejor para él que en su presencia.  Por eso antes de hacer nada o reaccionar ante las circunstancias de la vida, lo primero que hace es adorar...
Y a través de ese tiempo de adoración, su vida es transformada, renovada, fortalecida, para seguir siendo edificado formando parte del templo del Señor a través del cual Él se va a manifestar con su gracia y misericordia al mundo.
El verdadero cristiano, rechaza toda esperanza fuera de Cristo porque sabe que el más noble esfuerzo humano es solo polvo edificado sobre polvo.
Verdaderamente es maravilloso ser cristiano, ya que la esencia de él, es la misma que la de Cristo.

sábado, 2 de febrero de 2013

La torre de Babel VS. La iglesia de Cristo.



31Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo.
Hechos 9.31
4Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
Génesis 11.4
Uno de los mayores desafíos que enfrentamos al llegar a los pies de Cristo y formar parte de la familia de Dios, es el de sumarnos a la construcción de la iglesia del Señor. Jesús dijo: “yo edificaré mi iglesia”. El dueño de la iglesia, por supuesto como ya sabemos, es Cristo mismo, y él edifica su iglesia a través de las personas que la componen.
Digo que esto es un desafío ya que la mayoría de las personas después de haber pasado por las primeras etapas del desarrollo de su madurez espiritual, y cuando comienzan a querer servir al Señor llevando a cabo alguna tarea dentro de la iglesia, se van a enfrentar a la tentación de construir su propio edificio o colaborar con lo que el Señor ya está haciendo a través de todos los demás.
Yo llamo a esta forma de pensamiento; “La torre de Babel” por varias razones, pero principalmente porque ésta forma de trabajar trae confusión a la iglesia, Babel significa eso, confusión.  La confusión viene, porque lo que se hace parecería ser bueno y hasta efectivo, pero no contribuye a la edificación general de la iglesia, sino que beneficia a una o un grupo personas. El problema no es la tarea en sí, sino el propósito por el cual se está desarrollando dicha tarea. Aquí deberíamos preguntarnos ¿qué se está construyendo? y ¿para quién?
Cuál fue el problema con la torre de Babel. Si todos estaban más unidos que nunca, hablaban todos un mismo idioma, estaban todos de acuerdo en lo que querían hacer  y estaban determinados a hacerlo. Simplemente el problema fue que ellos edificaban para sí mismos, no lo estaban haciendo por mandato o instrucciones de Dios como en otras oportunidades.
Cuando vamos a “servir” al Señor, no debiéramos hacerlo por iniciativa propia, ni para nosotros mismos. Este es el problema con el evangelio humanista que está atentando contra nuestras iglesias como estrategia de Satanás; donde la realización personal y la satisfacción son la meta del servicio cristiano. Uno no tiene que servir para sentirse útil o bien, uno tiene que servir para contribuir con su vida, dones y ministerio a la obra que ya está en construcción, debemos sumarnos a los demás para seguir avanzando en la edificación de la iglesia del Señor.
No hay varios edificios, existe un solo y único edificio que Cristo está edificando en el cual todos nos sumamos para contribuir. El Apóstol Pablo lo dice bien claro:
9Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 10Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
1 Corintios 3.9-10
Aquí encontramos al apóstol Pablo poniendo el fundamento, a otro que edifica y a cada uno sobreedificando, todos trabajando para un mismo propósito y edificio. La iglesia no tiene varios propósitos según ministerios y personas la compongan, sino complementarios los unos de los otros para un solo propósito.
Esto lo vemos en dos pasajes en donde Pablo le escribe a los Efesios.
15sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Efesios 4.15-16
19Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, 20edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Efesios 2.19-22
En estos pasajes es bien claro el diseño de cómo Dios quiere que SU iglesia funcione. Todo lo demás por bueno y productivo que parezca será “Babel”.
En cuanto a la iglesia local, es lo mismo, la iglesia local tiene una sola visión y un solo propósito, la idea no es que cada uno haga lo que le parece que tiene que hacer, sino que se sume a lo que ya se está haciendo para contribuir en una sola edificación.
Tengamos cuidado de no estar haciendo lo que a nosotros nos parece, ya que el Señor de vez en cuando desciende para ver qué estamos edificando, no sea que nos encuentre construyendo para nuestros propios propósitos y traiga confusión y división sobre nosotros.
5Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. 6Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. 7Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. 8Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
Genesis 11.5-8
Jesús mismo, de una manera sencilla y terminante dejo bien en claro su posición en cuanto a este tema.
23El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
Lucas 11.23
Que cuando el Señor descienda nos encuentre trabajando unidos, hablando un mismo lenguaje, haciendo una misma cosa y con la determinación de terminar la obra, pero no para nosotros mismos sino para la gloria de su nombre.

sábado, 5 de enero de 2013

Fiel es Dios.



"4Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; 5porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; 6así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 8el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 9Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor." (1º Corintios 1:4-5)
Cuando uno empieza a leer la carta a los Corintios y lee versículos como estos seis que hemos leído, nunca se esperaría el desenlace de lo que el apóstol Pablo va a seguir desarrollando. Después de estas palabras alentadoras, Pablo va usar su pluma para corregir duramente la conducta de los hermanos en Corinto.
La iglesia de Corinto era una iglesia que tenía graves   problemas. Contaminada con la inmoralidad sexual, dividida por facciones que se llevaban a juicio en los tribunales, y traumatizada por el abuso de los dones espirituales, esta iglesia necesitaba someterse a una cirugía espiritual radical.
Si querían ser verdaderamente creyentes en Cristo y reflejarlo a él, entonces tenían que dejar de seguir la inmoralidad, el egoísmo y la vía contenciosa de sus vecinos paganos en Corinto, la ciudad notoriamente inmoral de la época.
¿Qué hacer con una iglesia así? ¿Cuál sería el remedio para esta enfermedad que estaba matando la iglesia del Señor en ese lugar?
Se puede sentir la gravedad en las severas palabras de Pablo a los corintios. Sin embargo, como un cirujano, Pablo diagnosticó el problema y dirigió sus esfuerzos a la fuente misma: la soberbia y la falta de verdadero amor en la iglesia.
Salvando la distancia y la gravedad de la iglesia de corinto con la nuestra, o con cualquier otra, la realidad es que en la iglesia siempre hay y van a haber problemas, graves, más graves menos graves, pero problemas al fin.
Es muy interesante como el apóstol Pablo comienza a enfrentar el problema. Como un médico que tiene que enfrentarse a una importante infección, Pablo comienza con  la medicación más fuerte para contrarrestar la enfermedad; la acción de gracias…
La acción de gracias que Pablo ofrece a Dios por los corintios parece fuera de lugar, si se considera los muchos problemas de la iglesia. Sin embargo, Pablo dirige su alabanza no a los corintios sino al Dios que es eternamente fiel.
Pablo no elogia a los corintios por sus buenas obras como lo hace con otras iglesias; alaba al Dios que obra en ellos a pesar de todo y les dio una gracia en Cristo superabundante e inmerecida compuesta por una prosperidad integral “enriquecidos en todas las cosas”.
La situación de los corintios, pone de relieve lo que la palabra enseña constantemente; somos salvos por gracia, somos bendecidos por gracia, somos usados por gracia, todo es por gracia. No había nada de bueno en los corintios para que Dios derramara semejante gracia, si ustedes se fijan, esta gracia estaba compuesta por cosas tremendas, según la lista de estos versículos estaba compuesta por:
a.      Enriquecimiento en todo.
b.      Enriquecimiento en toda palabra.
c.       Enriquecimiento en toda ciencia.
d.      Confirmación del testimonio de Cristo en ellos.
e.      Todos los dones.
f.       Esperanza de ser salvos  cuando Jesucristo vuelva.
g.      Confirmación hasta el fin a través de Cristo.
h.      Hechos irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.
i.        Llamados a la comunión con Jesucristo.
Si uno mira los pecados y los errores de los hermanos, lo más probable es que quiera ahorcar a alguno, pero cuando uno mira la gracia de Dios sobre la vida de las personas, no le queda otra que dar gracias.
Cuando nos enfocamos en las faltas de la gente, pronto se desvanece la esperanza y llega el desaliento. Pero cuando nos enfocamos en el Señor, su gracia y fidelidad, aun la hora más oscura puede llenarse de alabanzas.
Estamos comenzando un nuevo año y siempre es bueno hacer un balance de nuestras vidas y cómo nos fue el año que ya paso. En este balance puede que el desaliento y la desesperanza ganen terreno en nuestros corazones si nos ponemos a mirar los problemas y las cosas feas que vivimos, pero si miramos la gracia nuestros corazones se llenaran de acciones de gracias, por la fidelidad de aquel que nos llamó a la comunión con Jesucristo.
El ejercicio que debiéramos hacer al comenzar este año, es descubrir cuanta gracia el Señor derramó sobre nosotros como iglesia durante todo este año y proclamar por fe sobre los problemas y los pecados lo que la fidelidad del Señor hizo y va a seguir haciendo durante este año.
Siempre que podamos demos gracias al Señor por todos, aún por aquellos que todavía no terminaron de crecer o madurar, por aquellos que nos hirieron o lastimaron, por aquellos que nos desilusionaron, por todos, como Pablo hizo por los corintios, él dio gracias aún por aquellos a quienes iba a amonestar con sus palabras duramente.
Creamos y pongamos nuestra fe y esperanza en aquel que dijo: “Yo edificaré mi iglesia”. Esa es la promesa y él es FIEL para cumplir aquellos que prometió.
DIOS HA SIDO FIEL Y SIEMPRE LO SERÁ.