He querido preparar este informe siendo lo más realista posible, Dios sabe que no soy una persona que magnifica las cosas para causar una impresión que no corresponda, lo que ustedes leerán en estas líneas es lo real, lo que nuestros ojos vieron y nuestros sentidos percibieron de esta terrible catástrofe que ha afectado a nuestro país.
Aquí estoy (el de casa azul), juntos a dos fieles hermanos Andrés y Cristian El día de ayer desde las 03:00 horas, comenzamos a reunirnos con los pastores y hermanos que viajamos a la octava región de nuestro país, (Distante a unos 300 km de Temuco) una de las regiones más afectadas por este terremoto tan fuerte, cinco pastores, cuatro hermanos y dos jovenes pudimos salir en tres camionetas para visitar las ciudades de Los Angeles, Laja, Concepcion, Penco, nos falto llegar por falta de tiempo a Tome y Coronel, zonas que también sufren las consecuencias del terremoto y sunami ya que son ciudades de la costa de nuestro país.
En Los Angeles con la esposa del pastor Hna. Luz, su hija Carola y pastores que estaban conmigo La ayuda que nosotros llevamos era: harina cruda, azúcar, café, arroz, té, papas, fideos, levadura, papel higiénico, pilas, linternas, agua. Nuestro corazón saltaba cada vez mas fuerte al llegar donde nuestros hermanos, no tan solo porque podíamos llegar con algo de ayuda, sino porque una vez más podíamos abrazarles y ver que a pesar de la desgracia y de que algunos lo han perdido todo estaban contentos porque Dios nuestro Padre les había conservado la vida, ese don maravilloso que solo lo da nuestro Dios, a él sea la gloria, aleluya. Nuestros pastores (y creo que en todo el mundo es lo mismo) son hombres con un gran temple, con una gran unción de Dios en sus vidas y siempre debemos orar y clamar a Dios que levante más hombres y mujeres como ellos llenos del Espíritu Santo, ya que sus ojos reflejaban que su esperanza en Dios estaba intacta y que aun su fe se había acrecentado, las palabras espontáneas que salían de ellos y hermanos que estaban a su alrededor es
que “saldremos adelante”, “lo material se recupera pero la vida no”, “Dios cuido de nuestras vidas”, “el sigue siendo fiel”, etc, etc y tantas otras palabras que nos alentaban a nosotros a seguir motivándonos por ir todas las veces que sea necesario para llevar ayuda a nuestros hermanos.
Pastor Alvarado su hija y una hermana de su iglesia
El pastor Luis Alvarado nos decía: “esto es algo que solo habíamos sentido y visto para el terremoto del 60 (el también lo sufrío en carne propia), el mar salió con una fuerza descontrolada, arrasando con todo cuanto encontraba en su camino, mi hermana Julia (hermana carnal y de la iglesia del pastor Alvarado) perdió su casa ya que el mar se la llevo, así también otros tantas personas en este lugar, solo fue un milagro de Dios que mi casa también no fuera arrasada por el mar, hoy necesitamos ropa de cama, ropa en general para muchas personas, alimentos y poder ayudar a reconstruir de la nada a aquellos que lo perdieron todo”. 
Quien detiene la fuerza del mar
La hermana Mariela Cardenas nos relato: “fue algo terrible, espantoso, alcanzamos a salir con lo puesto, nuestra casa desapareció, hoy no tenemos nada pero gracias a Dios estamos con vida, después no pudo seguir hablando de la emoción”, ella junto a su esposo Juan Victoriano, sus hijos Mariela de 7 años y Felipe de 13 son sobrevivientes de las ruinas de Cerro Verde lugar cercano al templo en donde ellos viven.
El pastor Ramón Henriquez de Laja nos decía: “pastores fue algo horrible, a mi esposa Yasna la tengo con tratamiento psicologico ya que cuando comenzó el terremoto mi hijo menor había quedado atrapado en el segundo piso de la casa y no podían sacarlo, el impacto aun está en nuestras vidas".
Podríamos colocar una serie de relatos mas de los que recibimos de niños, mujeres y hombres que hoy están abatidos y sufriendo por el impacto de lo que causa un terremoto de la envergadura que fue el que nos afecto el 27 de febrero. Aquí en Temuco igual fue casi de la magnitud de 8° pero a Dios gracias esta ciudad resistió bien, aunque el borde costero también sufrió mucho daño.
Había estado muchas veces en la localidad de Cerro Verde de la ciudad de Penco en donde está la iglesia del pastor Luis Alvarado, pero es espantoso ver ahora como las casas desaparecieron, como los automóviles habían quedado incrustados en paredes de casa, los botes que estaban en la playa incrustados en las casas, en verdad es que el panorama es desolador, el mal olor terrible y el abandono de la gente una pesadilla, las autoridades aun no han llegado con ayuda a muchas zonas de nuestros compatriotas, esperamos que rápidamente esto pueda cambiar.
Pero mientras tanto nosotros no podemos quedarnos de brazos cruzados, es por ello que apelo a vuestra generosidad y fraternidad cristiana, los bautistas somos un pueblo solidario, hoy nos toco a nosotros, mañana pueden ser ustedes, les invito a colaborar con los Bautistas de Chile, usted puede hacer el depósito a:
Banco Estado de Chile Cuenta 7101554
a nombre de: CONVENCION DE IGLESIAS BAUTISTAS DE LA MISION CHILENA
Oficina del banco: ARTURO PRAT N° 609 COMUNA DE SAN BERNARDO
RUT: 70.587.200-7 (en caso de que lo soliciten)
código SWIFT: BECHCLRM
Desde ya, a nombre de nuestros hermanos que los han perdido todo les estaremos muy agradecidos, que el Dios de paz este en vuestros corazones, jamás me imagine que estaría escribiendo estas líneas para solicitar vuestra generosa colaboración, pero Dios sabe que lo que les estoy compartiendo es la verdad.
Un abrazo
Mario Ramos E.
Presidente
Convencion de Iglesias Bautisas M. Ch.
