martes, 10 de enero de 2012

En Él esperaré...

 



Lamentaciones 3:22-24
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré”.
Sin duda algo que tenemos que reconocer todos es que por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, puesto que si por nuestras obras fuéramos juzgados automáticamente creo que ninguno de nosotros tuviera vida, pero Dios que es grande en misericordia, permite que se renueven cada mañana, pues grande es su Fidelidad.
Claro esta que este año que comienza tenemos que proponernos llevar una vida de mayor consagración y santidad, apegada a su Palabra, de manera que Cristo sea formado en nosotros, pues esa es la voluntad perfecta de Dios para con nosotros, pero hay unas palabras que me son muy útiles en estos versículos para aplicarlas a mi vida para tratar de vivir conforme a la voluntad de Dios y son estas: “Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré” (v. 24)
Creo que al igual que el escritor de Lamentaciones nuestra alma tiene que reconocer que nuestra porción es Jehová y por lo tanto tenemos que esperar en El. Esperar en El significa depositar mi confianza plena en El, no tener tan siquiera una pizca de duda, depender ciegamente de El.
Personalmente creo que nosotros nos llenamos de amarguras, tristezas, enojos y todo lo negativo que nuestra alma pueda cargar, porque simplemente no queremos entender la Palabra de Dios, ¿Imagínate? Aun cuando no esperamos en El, sus misericordias son nuevas cada mañana, entonces ¿Qué pasaría si comenzáramos a esperar totalmente en El?, sin duda nuestra vida fuera una total bendición.
Hay momentos en los cuales creemos que Dios no ha estado ahí, pero lo que tenemos que entender es que hay una gran cantidad de cosas que no son la voluntad de Dios, pero nuestra voluntad humana quiere que si sea también la voluntad de Dios, cosa que por mas que lloremos u oremos jamás podremos cambiar.
Si por algo existe la misericordia de Dios, es porque quiere perdonarnos de todos nuestro errores, pero mas allá de cometer muchos errores en este nuevo año, tenemos que disponer nuestro corazón y todo nuestro ser a una sola cosa, y esto es: “a esperar en Él”.
Te invito a que este nuevo año que estamos comenzando puedas aprender a esperar en El, puesto que si lo logras comenzaras a ver las bendiciones abundantes que Dios tiene preparadas para todos aquellos que hacen su voluntad.


lunes, 9 de enero de 2012

Los campos ya están blancos para la cosecha.

35¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. 36Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega. 37Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega. Juan 4.35-37
Durante muchos años como iglesia intentamos a través de muchas estrategias de evangelización alcanzar personas para Cristo; pero la verdad es que, si bien teníamos resultados, ya que la gente respondía positivamente, no teníamos muchos frutos que permanecieran o como dice Jesús: “fruto para vida eterna”.
Podría dar muchas explicaciones de por qué esto fue así o por qué no tuvimos resultados duraderos, pero no es mi intención dar explicaciones, sino solamente tratar de entender y visualizar lo que el Señor está haciendo en este tiempo.
Cuando Jesús dice: “los campos YA están blancos” está hablando de un tiempo, ese “YA” habla de que ése era el momento de empezar a cosechar, evidentemente los discípulos no lo veían, por eso Jesús les dice: ¿no decís vosotros: aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? Pero yo les digo que no falta nada, que ahora es el tiempo.
Cuando comenzamos con la visión que el Señor nos dio para edificar Su iglesia, aproximadamente a mediados del 2008, claramente él nos mostró, como en todo proceso de edificación, diferentes etapas en las cuales debíamos trabajar.
La primera etapa fue, durante los primeros años, una etapa de fundamentación. Esta etapa tenía que ver con la sanidad, restauración, liberación, etc. de cada una de las personas que integraban la iglesia, con un fuerte énfasis en que Cristo sea formado en cada uno. Como decimos nosotros vulgarmente y para que se entienda: “meterle a Cristo a las personas”. En esta etapa la iglesia es un hospital. La gente se acerca por necesidad y el centro son ellos mismos.
La segunda etapa, en la cual estamos trabajando actualmente, es una etapa de edificación. Esta etapa tiene que ver con el hecho de que cada uno, básicamente, descubra sus dones, capacidades y talentos para ponerlos al servicio del Señor y de la iglesia. Aquí trabajamos para que la gente desarrolle hábitos espirituales, como leer la biblia, orar, ayunar, servir a otros, etc. En esta etapa, la iglesia es una escuela. Aquí la gente se integra al funcionamiento del cuerpo de Cristo, desarrollando la función para la cual el Espíritu Santo la puso en el cuerpo. La gente deja de mirar sus propias necesidades para empezar a ver las necesidades de los demás y de la iglesia en general, el centro comienza a ser la iglesia.
Y la tercera etapa, que entiendo que es la que viene, es una etapa de sobre edificación. Esta etapa tiene que ver con la misión que tenemos como iglesia de alcanzar al mundo para Cristo. Aquí las personas empiezan a generar y a desarrollar ministerios orientados hacia afuera de la iglesia. En esta instancia se desarrolla muy fuerte el evangelismo, pero no como una actividad, sino como una forma de vida. El evangelismo no es una actividad, sino, Cristo en la vida de una persona impactando e influenciando a otra. El centro de esta etapa, ya no es uno mismo, ni la iglesia, sino el mundo perdido y sin Cristo.
Es por esto y preparándonos para la etapa que se viene, que este año vamos a trabajar duro y muy fuerte en la preparación y capacitación del liderazgo de la iglesia para contener todos los frutos que vendrán; para esto también vamos a trabajar en la reparación y renovación de las redes, que serían los grupos de bendición y crecimiento, con la intención de fortalecer cada grupo en su funcionamiento con una fuerte visión misionera.
Para la preparación y capacitación del liderazgo, vamos a trabajar todos los miércoles del mes, exceptuando el primer miércoles que va a ser para las reuniones organizativas de líderes Y facilitadores, mes por medio y para las reuniones del equipo del núcleo, también el primer miércoles del mes, mes por medio. 
Las reuniones del equipo del núcleo comprenderían a todos los hermanos y hermanas que están a cargo de algún área o ministerio dentro de la iglesia, incluyendo a todos los líderes y facilitadores de GBC.
 Además de este trabajo, que va a ser durante todo el año, los pastores vamos a tener entrevistas personales con cada líder y facilitador para fortalecer y apoyarles en la tarea que van a estar realizando.
Algunos van a sembrar, otros van a cosechar, pero todos nos vamos a gozar de ver lo que el Señor va a hacer en medio nuestro.
Comenzamos este año con mucha expectativa y entusiasmo, continuando con todo lo que el Señor está haciendo en y con nosotros.
GLORIA A DIOS…!!!
Pastores Andrés y Laura González.