sábado, 31 de julio de 2010

Visión y propósito de IBLHOS Pueblo Nuevo:


¿Por qué existimos como Iglesia?

Declaración de propósito:
Tenemos que hacer discípulos a todas las personas con el propósito de perfeccionarlas para una vida:


ABUNDANTE (Jn. 10:10),
FRUCTIFERA (Jn. 15:8) y
MULTIPLICABLE (Hch. 6:7)

y que se proyecte a la ciudad donde vivimos (Hch. 9:25) hasta transformarla, mientras nos extendemos con el mismo objetivo (Mar. 16:15, Mat. 24:14, Ap. 11:15) por toda la Provincia, el País y Naciones del mundo hasta que el reino de Jesucristo sea establecido en la tierra.


Base Bíblica:

Nuestra declaración de propósito dice que debemos hacer discípulos a todas las personas con el propósito de perfeccionarlas. Si bien esta es la tarea principal de la iglesia, no debemos caer en el error de pensar que este proceso es inmediato o que el discípulo es un producto de una serie actividades, como si fuéramos una fábrica y el discípulo nuestro producto elaborado por una maquinaria estática e inanimada. Sino todo lo contrario, Pablo compara el proceso del discipulado con el nacimiento y la crianza de un niño. Él uso expresiones tales como: “sufro dolores de parto”; “os di a beber leche y no vianda, porque aún sois niños”; “desead como niños recién nacidos la leche espiritual”; “os di a luz”; etc. Estas expresiones de Pablo no hacen más que reflejar el verdadero proceso de Dios en la vida de las personas. La Palabra de Dios nos enseña que la conversión es “un nuevo nacimiento” y que cómo recién nacidas las personas necesitan desarrollarse y crecer. Es por esto que nuestra visión de porque existimos como iglesia es poder crecer a través de los Grupos de Bendición y Crecimiento comprometidos con el Gran Mandamiento y la Gran Comisión.
“Creemos que un gran compromiso Al Gran mandamiento y a la Gran comisión, producirán el crecimiento de una Iglesia fuerte.”


El Gran Mandamiento:

"Jesús dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente. Y el segundo es semejante: amarás a tu prójimo como a tí mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." Mateo 22:36-40

La Gran comisión:

"Cristo dijo: Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado." Mateo 28:19-20

Nuestra estrategia está definida sobre la base bíblica del gran mandamiento y la gran comisión.


• "Amarás a Dios con todo tu corazón”, es crecer en comunión con Dios.


• "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", es crecer en comunión unos con otros.


• "Id y haced discípulos, bautizándoles y enseñándoles", es crecer en número de discípulos y multiplicarnos.


I. Existimos para crecer en comunión con Dios.


"Amarás a Dios con todo tu corazón"

Para poder crecer en nuestra comunión con Dios, es indispensable tener en cuenta el mandamiento más grande de todos: “amar a Dios” ¿de qué manera? Con todo el corazón, el alma y la mente. Porque no podemos crecer en nuestra comunión con él, sin que haya amor y este amor se exprese de maneras visibles y acciones concretas. Nuestro amor por él no crecerá solamente adquiriendo conocimiento de él. Si bien esto es cierto, también debemos considerar que el desconocimiento de la voluntad de Dios ha sido siempre catastrófico para la humanidad y en especial para el mismo pueblo elegido por Dios, del cual el Señor ha dicho “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.” (Oseas 4:6) Sin el conocimiento de Dios no podemos tener comunión con él.


De que maneras crecer en el amor a Dios:


1. Poniendo en práctica los mandamientos.
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. (Juan 14.23)


2. Sirviéndolo.
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. (Juan 21.15)


3. Adorándolo.
Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. (Lucas 7.40-47)


4. Amando a los demás.
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. (1 Juan 4.20-21)


Y todo esto, según Jesús, debemos hacerlo con todo el corazón, el alma y la mente. El ámbito ideal, para crecer en nuestro amor y comunión con Dios, es el GBC.


II. Existimos para crecer en comunión unos con otros


"Amarás a tu prójimo como a ti mismo"

La comunión y el compañerismo con otros creyentes son vitales no sólo para nuestro crecimiento sino para nuestra salvación. Porque la Palabra de Dios dice “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida” ¿cómo lo sabemos? “en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.” (1 Juan 3:14) Así de simple.


La visión que Dios nos ha dado en este sentido es que debemos tener, no solo comunión (o amor) los unos con los otros, sino que debemos crecer en esta comunión. Nuestro amor no debe devaluarse con los años, sino seguir aumentando cada vez más. Como escribió el apóstol Pablo: “por cuanto vuestra fe va creciendo y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás” (2 Tesalonicenses 1:3b)


Para crecer en la comunión los unos con los otros todos deben asistir a las reuniones de su grupo y las reuniones de la iglesia.


III. Existimos para crecer en número y multiplicarnos.


"Id... y haced discípulos... bautizándoles... enseñándoles..."

Este objetivo debe convertirse en un estilo de vida de cada persona que forma parte de IBLHOS Pueblo Nuevo. Por ende es también el objetivo principal de cada Grupo de Bendición y Crecimiento, hasta alcanzar con el evangelio de Cristo al barrio, la ciudad, la provincia, el país y las naciones del mundo. Porque este crecimiento permite el avance del Reino de Dios para transformar, no solo a las personas, sino también a toda la sociedad por medio del poder del evangelio de Jesucristo.

La gracia que obra



…de gracia recibisteis, dad de gracia.
                                                                                        MATEO 8:10B

Estas palabras fueron las que Jesús que les dijo a sus discípulos cuando los envió a predicar el evangelio. Él les encomendó que sanaran enfermos, que echaran fuera demonios, etc. A lo que agregó; “de gracia recibiste, dad de gracia”. Es lo mismo que él les hubiera dicho; lo que yo les regalé ahora regálenselo a otros. Esto me hico recordar lo que Max Lucado escribió en uno de sus libros (En manos de la gracia) que aquí paso a transcribir:

Algunas veces doy dinero al final del sermón. No para pagar a los oyentes (aun cuando algunos tal vez piensen que se lo han ganado), sino para recalcar un punto. Ofrezco un dólar a cualquiera que quiera aceptarlo. Dinero regalado. Un obsequio. Invito a cualquiera que desee el billete que pase y lo tome.

La respuesta es previsible. Una pausa, un restregar de zapatos, una esposa que le da un codazo al esposo y él sacude la cabeza. Un adolescente empieza a ponerse de pie, pero se acuerda de su reputación. Un niño de cinco años empieza a caminar por el pasillo y su madre lo detiene con un tirón. Por último, algún alma valiente (o empobrecida) se pone de pie y dice: «¡Yo lo tomo!» Le entrego el billete y la aplicación empieza.

«¿Por qué no aceptaron mi oferta?», pregunto al resto. Algunos dicen que se sienten profundamente abochornados. El dolor no valía la pena. Otros temen una trampa, un truco. Y hay también quienes tienen gorda la billetera. ¿Qué es un dólar para quien tiene cientos?

Entonces como corolario surge la pregunta obvia. ¿Por qué la gente no acepta el regalo de Cristo? La respuesta es similar. Algunos se sienten demasiado avergonzados. Aceptar el perdón es admitir el pecado, un paso que nos cuesta dar. Otros temen una trampa, un truco. Sin duda debe haber algo impreso en letra menuda en la Biblia. Otros piensan: ¿Quién necesita perdón cuando se es tan bueno como yo?

El punto surge solo. Inclusive cuando la gracia está al alcance de todos, pocos la aceptan. Muchos prefieren quedarse sentados y esperar mientras que solo unos pocos deciden levantarse y confiar.

Por lo general, es el fin. La lección terminó. Tengo un dólar menos, alguien tiene un dólar más y todos tenemos un poco más de sabiduría. Sin embargo, hace un par de semanas ocurrió algo que añadió una nueva dimensión al ejercicio. Mirta fue una mujer que dijo que sí al dólar. Hice la oferta y esperaba que alguien la aceptara, cuando ella gritó: «¡Yo lo quiero!»

Se levantó de un salto, vino al frente y le di el dólar. Ella regresó a su asiento, recalqué el punto y todos nos fuimos a casa.

La encontré unos pocos días más tarde y en tono de broma le dije que estaba ganando dinero con mis sermones.

—¿Tiene todavía el dólar? —le pregunté.

—No.

—¿Lo gastó?

—No. Lo regalé —respondió—. Cuando regresé a mi asiento un niño me pidió que le diera el dólar y le dije: «Aquí lo tienes. Me lo regalaron a mí y yo te lo regalo a tí».

Vaya, ¿no es asombroso? Tan sencillamente como lo recibió, lo dio. Tan fácilmente como vino, se fue. El muchacho no suplicó y ella no batalló. ¿Cómo podía ella, que había recibido un regalo, no dar un regalo a su vez? Quedó atrapada en manos de la gracia.

Que cada uno de nosotros quedemos atrapados en manos de la gracia de Dios y estemos dispuestos siempre a sembrar más y más gracia en los corazones de las personas.

sábado, 24 de julio de 2010

FeChAs EmYa

Para estar orando y participando


El sábado 7 de agosto Emya estará tocando en Mercedes y el viernes 13 de agosto /19 hs/ viejo variete /$ 8.- prometiendo no ser un día más.

viernes, 9 de julio de 2010

Laus Deo tocando en la escuela.

Laus Deo es una banda formada por Matías Pineda, Matias Uvia, Cristian Pineda y Esteban González, con el propósito de compartir el mensaje del evangelio con los jóvenes y adolescentes que no lo conocen.
Aquí, una hermosa oportunidad que el Señor les dio.

Entrenamiento de Líderes y Facilitadores de GBC de Pueblo Nuevo

El sábado 19 de Julio se llevó a cabo un entrenamiento intensivo de todos los líderes y facilitadores de GBC de todo Pueblo Nuevo. Dicho entrenamiento fue realizado a través de una videoconferencia de John Maxwell y el tema fue "Desarrolle el líder que está en usted". Esto se realizó simultaneamente en Berisso, Ensenada y La Plata.
 




jueves, 1 de julio de 2010

GRUPOS DE BENDICION Y CRECIMIENTO -

Casas Que Transformarán El Mundo
Por Wolfgang Simson

Millones de cristianos en todo el mundo son testigos de un fenómeno que se está dando en el seno de la Iglesia. Dios está potenciando una nueva conciencia, en lo que respecta a su estructura y, con ello, dando pie a una nueva reforma que refleja el deseo de Dios para con su Iglesia.
La iglesia de hoy necesita mirar a Dios y ver qué es lo que quiere hacer y donde quiere llevarla. Y para ello, necesita abandonar sus refugios tradicionales –tengan éstos 5 o 500 años de historia–, liberarse de sus estructuras del pasado y regresar de nuevo al lugar que corresponde y del cual en principio partió.
Lo siguiente es una porción extraída del libro “Casas Que Transformaran El Mundo” por Wolfgang Simson.
Dios está cambiando la Iglesia, y esto, a su vez, cambiará el mundo. Millones de Cristianos alrededor del mundo están conscientes de una inminente reforma de proporciones globales. De hecho, ellos dicen: La iglesia tal como la conocemos está impulsando que surja la Iglesia tal como Dios la quiere.
En los próximos boletines quiero compartir quince puntos que reflejan la reforma de la Iglesia:


9.Retorno de formas organizadas a formas orgánicas del Cristianismo
El "Cuerpo de Cristo" es una descripción vívida de un ser orgánico, no un ser organizado. La Iglesia en su nivel local consiste en una multitud de familias espirituales quienes están orgánicamente relacionadas entre sí como una red, donde la manera como las piezas funcionan juntas es una parte integral del mensaje del ser entero. Lo que se convirtió en un máximo de organización con un mínimo de organismo debe ser cambiado a un mínimo de organización para permitir un máximo de organismo. Muchas veces y como una camisa de fuerza, la demasiada organización ha asfixiado al organismo por temor a que algo podría ir mal. El temor es el contrario de la fe y no exactamente una virtud Cristiana. El temor quiere controlar, la fe puede confiar. Por lo tanto, el control puede ser bueno, pero la confianza es mejor. El Cuerpo de Dios está confiado por Dios en las manos de gente con una mentalidad de mayordomo, con un don carismático sobrenatural de creerle a Dios que él está todavía en control, aún si ellos no lo están. Un desarrollo de redes regionales y nacionales, relacionadas por medio de la confianza, no un nuevo arreglo de ecumenismo político, es necesario para que vuelvan a surgir formas orgánicas de Cristianismo.
10. De la adoración a nuestra adoración a la adoración a Dios

La imagen de gran parte de la Cristiandad contemporánea puede ser resumida como gente santa viniendo regularmente a un lugar santo en un día santo en una hora santa para participar en un ritual santo conducido por un hombre santo vestido en vestiduras santas.

Esta forma de funcionamiento de la iglesia llamada "culto de adoración" requiere mucho talento, organización, instrumentos, etc. Estos moldes formalizados e institucionalizados se desarrollaron para ayudar a la iglesia a adorar, pero luego, sustituyeron la verdadera adoración. Estadísticamente, una "reunión de adoración" tradicional de 1-2 horas de duración se traga muchos recursos, pero produce muy poco fruto en términos de discipular a gente, es decir, en vidas transformadas. En cambio en los hogares, o en las casas, donde se reúnen un grupo reducido de personas, quizás sin los recursos, ni los medios como para hacer un “culto de adoración”, comienzan a descubrir la verdadera adoración a la que los cristianos son llamados a "adorar en espíritu y en verdad", no solamente en templos con himnarios en las manos, y músicos profesionales que los dirijan.

11. Deja de llevar gente a la iglesia, y comienza a llevar la iglesia a la gente
La iglesia está cambiando de vuelta de ser una estructura "Ven" a ser una estructura "Ve". Como uno de los resultados, la Iglesia necesita dejar de intentar llevar a personas "a la iglesia" y comenzar a llevar la Iglesia a la gente. La misión de la Iglesia no será cumplida jamás simplemente añadiendo a la estructura existente; hará falta nada menos que una proliferación de la iglesia por medio de una multiplicación espontánea de ella misma, a través de las células o casas, a áreas de la población del mundo donde Cristo aún no es conocido.


El camino a Emaús, el camino de la restauración

Dos de los discípulos, que no eran de los once, se dirigían a Emaús, tal vez de regreso, muy desanimado y triste, pensando que ya poco quedaba por hacer allí en esa gran ciudad donde se habían visto defraudados con su líder, tan especial, pero que había sucumbido a los poderes terrenales. Su desazón era comprensible porque según sus propias palabras: “… pero nosotros abrigábamos la esperanza de que era él quien redimiría a Israel…” su querida nación sojuzgada por el imperio romano. Por ello, tal vez eran los primeros que habían emprendido la retirada, el regreso a su pueblo de Galilea.


Este camino a Emaús se manifiesta o se presenta de dos maneras distintas; por un lado, vemos que este camino es un camino de desilusión y decepción; pero por otra parte vemos que, con la intervención de Jesús, se vuelve un camino de restauración. Y eso es lo que veremos hoy.


1. El camino de la decepción.


Primeramente veremos como el camino a Emaús se convierte en el camino de la decepción. Hay cinco características, que se distinguen en aquellos que están atravesando por este camino.


1) Se alejan. (v.13)


2) No ven. (v.16)


3) Hablan lo negativo. (v. 14,17)


4) Pierden las esperanzas. (v.21)


5) Manifiestan la incredulidad. (v.22-24)


2. El camino de la restauración.


Por otra parte vemos que este camino de decepción, se puede convertir en un camino de restauración, de renovación y de esperanza, con la intervención de Cristo resucitado.


1) Reconocer nuestro estado. (25)


2) Reconocer, aceptar y creer lo que dice la palabra. (v.26-27, 32).


3) Compartir con Cristo (su cuerpo, la iglesia). (v.28-30)


4) Ver a Jesús. (v.31)


5) Volver a Jerusalén. (v.33)


6) Hablar lo positivo. (v.34-35)