miércoles, 12 de marzo de 2014

La fe sin obras…


 14Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?... 17Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Santiago 2.14, 17


Es muy interesante la propuesta de Santiago, la fe sin obras… es una fe que muere solo en una afirmación, sin ninguna acción. La fe sin obras está muerta. Cuando alguien afirma que tiene fe, eso puede ser una aprobación intelectual, el estar de acuerdo con una serie de enseñanzas cristianas, y por lo tanto sería una fe incompleta. La verdadera fe transforma nuestra conducta y nuestros pensamientos. Si nuestra vida no cambia, en realidad no creemos las verdades que decimos creer. Santiago lo deja bien en claro, 18Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Santiago dice: “Alguno dirá…” es verdad que la fe empieza como una declaración, pero se tiene que convertir en una acción, sino, no es una fe viva, es una fe muerta.
Por ejemplo; Jesús les dice a sus discípulos, después que ellos vieron que la higuera que él había maldecido se había secado, “tened fe en Dios”, (Marcos 11:22) esta afirmación ha recorrido el mundo en todos los tiempos en boca de muchas personas, quién no estaría de acuerdo en que hay que tener fe, hay que creer. Y luego les dice: 23Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.(Marcos 11:23-24). Jesús dice: “Cualquiera que dijere…” lo volvemos a afirmar; la fe empieza en forma de declaración. De la misma manera que Santiago, Jesús nos muestra que la fe comienza en forma de declaración, pero se tiene que convertir en acción. En el caso de Santiago, él propone que esta fe se vea en buenas obras, ayudando a los necesitados. En el caso de Jesús, él propone que al orar, si tenemos algo contra alguien, lo perdonemos para que también Dios nos perdone a nosotros. (Marcos 11:25).
Y si nosotros no perdonamos, Dios no nos perdona a nosotros, y no solo eso, sino que la fe por más que la declaremos, no va a funcionar, sino ponemos por obra la condición que nos pone Jesús… “perdonar”. Por más que declaremos, y gritemos al monte… QUITATE…!!!, no se va a mover ni un grano de tierra, ya que la fe no es solamente declaraciones, sino acciones. Por más que maldigamos a la higuera mil veces para que se seque, sino ponemos nuestra fe en acción ayudando a los demás, no va a pasar nada. Al comenzar este mes de marzo, el mes donde arranca todo, es una buena oportunidad para que empieces a poner en práctica la fe y comiences a hacer las obras de fe. Hay muchos desafíos por delante, y la duda y la incredulidad, como también el miedo a hacer algo que no te da seguridad puede, no solo detenerte, sino también matar tu fe. Jesús dijo: Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? Lc. 18.8b La fe no se fundamenta en lo que decimos creer, la fe se fundamenta en lo que hacemos creyendo. La fe no es solo creer en Dios, sino creerle a él. 19Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. Stg. 2:19 Creer en Dios, solo nos deja al nivel de los demonios… creerle a Dios y actuar en base a su palabra, nos lleva al nivel de ser como Cristo, quien decía: yo hago las obras de Dios.
Un ejemplo de esto que venimos diciendo lo encontramos en Lucas: 4Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Lc. 5.4 “Más en tu palabra echaré la red”… esta es una declaración de fe, que llevo a Pedro a actuar, no en base a sus palabras, pensamientos o sentimientos, sino en base a lo que el Señor quería hacer. Pedro tuvo que tener fe para echar la red, siendo que ya habían estado intentándolo toda la noche según sus fuerzas y capacidad y experiencia y nada habían logrado, pero ahora el que estaba intentándolo era el mismo Señor.
Te desafió a que en este mes que comienza, ya no hagas las cosas según tus fuerzas, capacidad o experiencia, ni tampoco en base a tus pensamientos o sentimientos, sino en base a Su Palabra. Que todas tus obras, sean obras de fe.

Por Andrés González