DAD Y SE OS DARÁ

                                        
"Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo". San Lucas 6:38


Jesús nos enseñó a multiplicar dividiendo. ¿Has escuchó alguna vez: 'Si necesitas que te hagan un trabajo, busca a la persona más ocupada, encárgaselo y será hecho? ¿Te gustaría saber el secreto de los que pueden hacer tantas cosas, como si al dividir el tiempo lo multiplicaran? En realidad, es necesario que retrocedamos. Debemos ir al Calvario, al momento de la crucifixión. Cuando los enemigos de Jesús le colgaron de la cruz, pensaron que habían terminado con Él para siempre. No sabían que con Su muerte plantaban una semilla. "Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, solo queda; pero si muere, mucho fruto lleva". Jesús plantó la semilla de Su vida, Su incomparable amor, Su entrega total. Dios milagrosamente reprodujo aquella semilla por el poder de la resurrección en incontables millones de personas. Así obra Dios. Cuando comiences a plantar semillas a la manera de Jesús, Dios la multiplicará. Si el tiempo no te alcanza, siembra tiempo en el campo del Señor. Si no fuiste una persona muy amada o fuiste rechazado, siembra amor y aceptación en los demás. Si el dinero no te alcanza, da para la obra de Dios y así con todas las cosas… y prepárate para recibir. Pero ahora, aquí hay una aclaración que hacer; muchas personas hacen mal uso de esta ley espiritual, porque tienen una mala motivación, egoísta y egocéntrica; cuando dan tiempo, amor o dinero, no lo hacen para beneficio de los demás, sino pensando en ellos mismos, esperando recibir la “medida, apretada, remecida y rebosando …” Cuando uno da, tiene que hacerlo a la manera de Jesús, él se dio por completo y dio todo a total beneficio de los demás, sin importarle si los demás le respondían de la misma manera; luego Dios lo exalto hasta lo sumo. Este es el espíritu que debe haber en aquel que quiera dar y recibir.


Gálatas 6.9-10 9No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. 10Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.