lunes, 20 de junio de 2011

Campaña de mayordomía: “El Ser – El cuerpo”

Semana del domingo 19 al sábado 25 de junio de 2011.

1 Corintios 6:19-20 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Realmente es impresionante todo lo que la Biblia dice con respecto al cuerpo físico. Podríamos hablar un mes entero sobre este tema y creo que no nos alcanzaría el tiempo para verlo todo.
Lo que me asombra es que se habla y se predica muy poco acerca de la mayordomía del cuerpo. Posiblemente, porque tenemos una gran tendencia a “espiritualizar” todo lo relacionado con la vida cristiana y, consecuentemente, sustraerlo del ámbito de la vida “real” y cotidiana.
Intentamos conocer qué es lo que la Biblia dice a nivel espiritual para ver de ponerlo en práctica, sin embargo, no siempre le prestamos la misma atención a las cosas que tienen que ver con la vida física, con nuestro cuerpo y todo lo relacionado con él.

La causa de esta espiritualización de la vida cristiana tiene que ver, como en tantos otros ámbitos, con la influencia que la filosofía griega ejerció sobre el cristianismo a través, fundamentalmente, de Agustín de Hipona y de Tomás de Aquino.
Los griegos establecieron una dicotomía –división irreconciliable- entre lo material y lo espiritual. Consideraban todo el mundo material como intrínsecamente malo y el mundo espiritual como intrínsecamente bueno.
El cuerpo, malo por definición, era la prisión del alma, buena por definición. Toda esta manera de pensar ha llegado hasta nuestros días donde seguimos, de alguna manera, viendo todo lo relacionado con la vida material como malo, en el peor de los casos, o sospechoso en el mejor de ellos. Sin embargo, la enseñanza bíblica no sigue la tradición griega ni está en absoluto de acuerdo con ella.

Por eso esta semana vamos a aprender cuatro principios muy importantes con respecto a la mayordomía del cuerpo:

1) Para qué fue diseñado nuestro cuerpo.

1 Corintios 6:13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.


Vamos a aprender que el cuerpo fue creado por el Señor y diseñado para él.

1) Cuál fue el propósito original de Dios para el cuerpo.

1 Corintios 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?


De una manera que no podemos entender y se nos hace difícil aceptar Dios estableció a través de Cristo que nuestro cuerpo fuera la habitación o el templo de su Espíritu Santo.

2) Quién es el dueño de nuestro cuerpo.


1 Corintios 6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Determinantemente, una y otra vez, el apóstol Pablo, repite que no somos nuestros, sino que nuestro cuerpo es propiedad de Dios. Al entender esto, nos damos cuenta de que no podemos hacer lo que a nosotros nos parece con nuestro cuerpo, no sin antes preguntarle a su dueño.

3) Cómo debemos cuidar nuestro cuerpo.

1 Timoteo 4.8 pues aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no sólo para la vida presente sino también para la venidera. (NVI)


1 Timoteo 5.23 Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.

El ejercicio físico y el cuidado de nuestra salud son principios fundamentales en la mayordomía de nuestro cuerpo que no debemos dejar de lado ni pasar por alto.

No hay comentarios: