viernes, 5 de noviembre de 2010

COSAS SIMPLES, COSAS PODEROSAS



EL PODER DE LA DEBILIDAD


2º Corintios 12.9

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.


“Tu aparente debilidad no es más que una muestra de tu inmenso poder”.


Como iglesia no tenemos poder dentro de los parámetros humanos, pero tenemos poder y autoridad sobre los demonios y las enfermedades. Desde nuestra debilidad, somos más fuertes que los más poderosos médicos o psicologos.
Somos débiles, pero para Pablo la iglesia puede hacer que por sus oraciones un país encuentre la paz que necesita para seguir prosperando.
Jesucristo es el ejemplo más claro de que las cosas simples, se pueden convertir en cosas poderosas, y que lo débil es más poderoso que lo fuerte.


Hace más de 1900 años, nació un hombre contrariamente a todas las leyes de la vida en una pequeña aldea y en un humilde pesebre, entre animales y pastores, hijo de una mujer del campo. Este hombre vivió en la pobreza y fue criado en la oscuridad. Nunca tuvo una familia, ni un hogar, ni siquiera tuvo una piedra donde recostar su cabeza. Trabajó en un taller de carpintería hasta que tenía 30 años, entonces durante tres años fue un predicador viajero.


No poseía riquezas ni influencias. Sus parientes eran gente común, no fue al colegio, ni tuvo preparación o educación alguna. Pero, durante su infancia provocó pánico a un rey y en su niñez dejó asombrados a sabios y doctores, caminó sobre las aguas como en el mismo pavimento y aquietó al embravecido mar. Sanó a las multitudes sin medicinas y no cobró nada por sus servicios...de hecho, ha sido el único que ha podido darle vida a los muertos.


Este hombre no tenía otras credenciales que su propia persona. Cuando era joven y por predicar sobre Dios, la opinión popular se volvió en su contra, pasó ante la farsa de un juicio siendo inocente. Sus mejores amigos" huyeron..... uno le negó y otro le entregó en manos de sus enemigos, quienes le maltrataron, le azotaron y golpearon hasta desfigurarle el rostro, fue objeto de burla, además le insultaron y escupieron; luego de enterrarle una corona de espinas, lo clavaron en una cruz entre dos ladrones y mientras moría, sus verdugos echaban suertes sobre la única pieza de su propiedad... su abrigo. Al morir fue descolgado y puesto en una tumba prestada gracias a la caridad de un amigo.

Nunca escribió un libro... pero en todo el mundo no cabrían todos los libros que sobre El se han escrito. Nunca fundó una escuela... pero todas ellas juntas ni siquiera pueden jactarse de tener tantos estudiantes. Nunca escribió una canción... pero El ha provisto temas para más canciones que todos los compositores juntos. Nunca practicó la psicología, pero El ha sanado más corazones quebrantados que todos los doctores juntos.
Una vez a la semana en todo el mundo, las multitudes dejan todo para ir a las Reuniones de Adoración y en Diciembre hasta los que no creen en Él celebran su nacimiento. Este evento dividió en dos períodos nuestra historia. Casi 20 largos siglos han venido y se han ido... pero El sigue siendo la pieza central de la humanidad. Todas las guerras, ejércitos, reyes y grandes hombres han pasado sin afectar la vida del hombre de manera tan poderosa como lo ha hecho aquella débil vida.



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