domingo, 16 de diciembre de 2012

Iglesia Pueblo Nuevo Etcheverry: Transformación y Vida



Hola hermanos, llego el mes de Diciembre y con el la Navidad, las fiestas y despedidas de año, como parte de las actividades de Etcheverry continuamos con tres reuniones semanales, los martes, jueves y domingos en el nuevo horario de verano de 18 hs.
El Domingo 23 recordaremos y homenajearemos a nuestro Señor Jesucristo  y el martes 25 en la reunión de oración nos reuniremos como familia para compartir la Navidad haciendo una convivencia.
En esta oportunidad queremos que puedan leer el testimonio la familia Barrionuevo, ellos son  un matrimonio joven con dos niños Iván y Joaquín, que desde que conocieron al Señor han vivido una transformación completa en su familia, con su poquito tiempo en el Señor tuvieron un gran crecimiento y desarrollo, nos ayudan fielmente realizando tareas desde limpieza y reparación, dirección de un grupo, de cultos, cuidado de niños, recepción y predicación. Lo más hermoso de todo ello es que Dios restauró su familia y hoy oran juntos al Señor, piden a El su dirección y así resuelven sus problemas,  los invitamos a que disfruten de su historia y también puedan glorificar El nombre de Dios con ellos.


“DIOS RESTAURA LOS MATRIMONIOS”

Por Darío y Griselda:

Queridos hermanos dirigimos a ustedes con gran amor y gozo sabiendo que nuestro testimonio habla por nosotros mismos, no alcanzaría tinta ni papel en el mundo para expresar cuanto Dios nos amó y nos amó.  Todo comenzó al principio del 2010 cuando Marcelo Pereyra en bici hacía 20 Km. para llegar a la casa de mis suegros Miguel y María para llevar las buenas nuevas. Fue ahí que mi esposa empezó a congregarse en la iglesia de Los Hornos anhelando una familia plena y feliz y un esposo fiel y compañero. Fue cuando Dios empezó a tratar con mi esposa dándole esperanza de una vida plena en Cristo. Sus oraciones fueron durante un año y medio sin cesar, perseverando en la gracia de Dios y confiando que nuestro señor Padre hace la obra. Fue ahí donde Cristo golpeó la puerta de mi alma y lo que mi esposa anhelaba y oraba se dio a mediados del 2011. Allí empecé a tener comunión con Cristo y a palpar su amor, desde ese día no hemos parado de alentarnos mutuamente. Sabiendo de las promesas de Dios y en la mejor etapa de amor a Cristo aparecieron tribulaciones, nuestro hijo Iván se enferma y le diagnostican diabetes. Pero esto no pudo alejarnos de Cristo, sino que nos afianzó más, porque ¡grandes son sus misericordias y se renuevan de día en día! En estos momentos estamos sirviendo con gran gozo y alegría, sabiendo que su venida está pronta.
Hace un año estamos sirviendo en Etcheverry sin faltar un solo domingo y el amor de Cristo nos esta llenando de bendiciones nuestras vidas, es por eso hermanos que los aliento: amémonos unos a otros como Cristo nos amó, soportemos juntos los ataques del maligno, porque ¡grandes son las bendiciones de nuestro Padre!
                                                                                                                 Los amamos Darío y Griselda

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