viernes, 6 de julio de 2012

Sigue creciendo la obra del Señor en Etcheverry


Queremos contarles que estamos concluyendo una primera etapa del año: dar a conocer la iglesia. Gracias a todos los que han colaborado hemos podido charlar con los vecinos,  realizar entrega de volantes y cartas de presentación, las cuales tuvieron muy buena respuesta. Ahora en el mes de Julio comienza la segunda etapa del año la cual se basará en la capacitación de quienes hoy asisten regularmente a las reuniones. El objetivo principal es que ellos puedan crecer en el conocimiento de Dios, conocer Su voluntad, Sus planes y diseños, y que paso a paso puedan experimentar el propósito de Dios en sus vidas. También estaremos ayudando y visitando a aquellas personas que se contactaron en la primer etapa. Una herramienta para el crecimiento de los hermanos será comenzar con un grupo de bendición y crecimiento, para ello estamos orando y tomando algunas decisiones, pedimos también su apoyo en oración para que el Señor nos guíe en todo y prontamente podamos contarles el nacimiento del mismo.
Les compartimos algo de lo que Dios esta hablando en Etcheverry:

“Cuando seamos, dejaremos de parecer.”
Hemos escuchado cientos de predicaciones acerca de la evangelización, hemos asistido a congresos acerca de este tema, reuniones unidas, estudios sobre las diferentes técnicas para predicar y las diferentes formas de evangelizar.
Siempre se utilizó la motivación justamente para movilizarnos y salir de las cuatro paredes de la iglesia. Sin embargo ¿esto sirve?. La motivación es efímera, temporal, salís de un campamento y cuanto puede durar, una semana? Un mes? Después empieza a menguar y muchas veces se vuelve al primer estado, “desmotivado”.
Hoy nos detenemos no en lo que hay que hacer, por que ya lo sabés, “hay que predicar”, sino en la raíz del problema ¿Por qué no lo hacemos? ¿Cuánto hace que no le hablo a alguien de Dios?
Santiago 3. 11-12  ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? La verdad es que no podemos dar lo que no tenemos.
Es una cuestión de esencia, ¿que esfuerzo hace el árbol por ser árbol? Ninguno, ya es árbol. Ese es el problema en nosotros, que al no ser nos tenemos que parecer y para parecernos tenemos que esforzarnos.
Todo se hace cuesta arriba, todo es una carga, tengo que ir a la iglesia, tengo que predicar, tengo que dejar ese pecado que arrastro hace años, todo es un esfuerzo por ser alguien que no soy. Esto se traduce en una sola palabra religiosidad.

Esto es lo que experimentó Felipe. San Juan 14. 6-10
 El problema es que no hubo nuevo nacimiento, no hubo conversión. Cuando seamos dejaremos de parecer. Es un problema del corazón. Vos vas a dar lo que tengas en tu corazón. La palabra dice: “allí donde esta tu tesoro estará tu corazón” y “de la abundancia del corazón habla la boca”.
Para saber cual es tu tesoro, debes escuchar lo que hablas, así te  darás cuenta a que estas consagrado y por consecuencia quien es tu dios.
¿Hablas de fútbol,  de queja, odio, rebeldía, inmoralidad, el trabajo, la familia, de un músico o una banda?
Al reconocer esto ¿que tenemos que hacer? En toda la Biblia el mensaje de Dios siempre fue el mismo; conviértanse, arrepentíos o pereceréis.
Pasos que puedes seguir: Reconocer humillado que necesito un corazón nuevo; Confesar mis pecados, y Arrepentirme (dejar de hacer lo malo que hacía).
Dios es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad y darnos un corazón nuevo y limpio para nacer de nuevo. Si tu tesoro es Cristo, y estas consagrado a Cristo, entonce se terminan los esfuerzos por parecer hijo de Dios ahora sos hijo de Dios y es El que obra a través tuyo.

 Mariela y Mariano Massera

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