“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo
que se había perdido” Lucas 19:10
¿Cuál es la razón por la cual a muchos cristianos les cuesta
evangelizar?
Jesús dijo de sí
mismo que él vino a “buscar y Salvar” lo que se había perdido, y de la misma
manera, envió a todos aquellos que creen en él. Básicamente la mayoría de los
cristianos saben que el evangelismo es la tarea principal en sus vidas, pero,
porqué no lo hacen.
Contaba el misionero J. Hudson
Taylor acerca de un pastor chino, lo siguiente. Se encontró el pastor con un
recién convertido, a quien le preguntó: —Joven, ¿es cierto que hace apenas tres
meses que conoce al Señor?
—Sí,
felizmente es cierto.
—¿Y cuántas
almas ha ganado para Jesús? —le preguntó el pastor.
—¡Oh!
—exclamó el recién convertido—, pero si apenas estoy aprendiendo, y hasta ayer
pude conseguir un Nuevo Testamento completo.
—¿Usa usted
velas en su casa?
—Sí señor.
—¿Y espera
usted hasta que la vela se haya consumido hasta la mitad para que empiece a alumbrar?
El joven
convertido comprendió la lección y empezó a trabajar. Y antes de seis meses ya
se habían convertido, por él, algunos amigos y vecinos. Habiendo oído a Jesús,
Mateo no perdió tiempo; cuando la samaritana se encuentra con Jesús, corre al
instante a anunciarlo a sus vecinos. ¿Y usted, hermano, qué espera? (S. S.
T.)[1]
Quiero a través de
estas pocas líneas tratar de responder a la pregunta del principio de este
artículo. ¿Cuál es la razón por la cual a muchos cristianos les cuesta
evangelizar?
En realidad no hay
una sola razón, podríamos responder de muchas maneras, pero solo quiero
detenerme en dos razones principalísimas de porqué los cristianos no
evangelizan.
La primera razón.
Los nacidos en la iglesia pero no en el Reino.
No se le puede pedir
peras al olmo…
El olmo es un árbol
increíble, la madera del olmo es fácil de trabajar, difícil de hendir y muy
resistente a la putrefacción si se mantiene húmeda, por lo que se emplea en
construcciones navales, pilotes de mina, y antiguamente era la preferida para
hacer conducciones de agua. El olmo es uno de los mejores árboles de sombra,
fácil de trasplantar y de reproducir, ya
que la semilla nace sin problema, si se siembra, al poco de madurar y sobre
todo a los renuevos e hijuelos que producen sus raíces. Como vemos, es un árbol
espectacular, tiene muchas propiedades muy buenas y útiles, pero el fruto que
da, no es ni parecido a la pera y ni siquiera es comestible.
La iglesia muchas
veces se parece a un jardín lleno de árboles frutales, hay de todo, pero no
todos dan el mismo fruto, Jesús mismo lo enseño;
43No es buen árbol el que da malos
frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. 44Porque cada árbol se
conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas
se vendimian uvas. 45El hombre bueno, del buen tesoro de su
corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo
malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.[2]
A la hora de
responder a la pregunta que nos atañe, como primera razón, habría que decir que
solamente aquellos que nacieron de nuevo, en el Reino de los Cielos, son los
verdaderos portadores de la semilla reproductora del evangelio. Y que de una
manera natural y espontanea comparten con otros aquello que transformo sus vidas,
que no es nada más ni nada menos que la persona de Jesucristo.
El problema, creo que
radica en el hecho de que mucha gente que viene a nuestras iglesias, no
nacieron de nuevo en el Reino de los Cielos, sino que nacieron en la iglesia,
con esto de que nacieron en la iglesia quiero decir aquellas personas que por
diferentes razones o como diría un amigo mio, por razones dudosas, están en la
iglesia. Muchos están porque encontraron un buen grupo de amigos, otros
solucionaron el problema de la soledad, otros porque se sienten amados y bien
atendidos, otros porque, justamente nacieron en la iglesia, o sea, son hijos de
creyentes.
Todas estas personas,
o la gran mayoría, aprenden a comportarse de una manera acorde al grupo, por
supuesto para no ser rechazados, entonces, usan el mismo vocabulario, imitan la
vestimenta, las costumbres, cumplen con todos los requisitos, y hasta llegan a
ocupar puestos importantes dentro de la iglesia y son muy buenas personas, muy
capaces y útiles en la diferentes tareas de la comunidad; pero como en el caso
del olmo, por más que sean muy buenos en muchas cosas, nunca podrán dar peras…
Entonces, los
pastores o líderes, desafiamos, motivamos, exhortamos, etc. a un montón de
olmos a que ya es hora de comenzar a dar peras, nos esforzamos con muy buenos
mensajes, técnicas de evangelismo, nos llenamos de actividades evangelísticas,
pero… no pasa mucho o en el peor de los casos no pasa nada. Aunque lo peor de
lo peor sería que el pastor o el líder de evangelismo sea un olmo, esto sería
el colmo.
La cuestión, es una
cuestión del corazón, si en nuestro corazón no esta la semilla de Dios, nunca
podremos reproducirnos en otros discípulos de Cristo, ya que de la abundancia
del corazón habla la boca, por lo tanto, si nuestras bocas no están hablando de
Dios, tendríamos que preguntarnos si realmente hemos nacido de nuevo.
23 Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de
simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.[3]
La nueva vida
comienza con una semilla que Dios siembra en el corazón; esta es la Palabra de Dios que “es
viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos” (Hebreos 4:12) . La
semilla, regada por el Espíritu Santo, germina cuando uno la acepta por fe.
Entonces esa simiente brota produciendo la nueva vida espiritual y
reproduciéndose en otros discípulos de Cristo.
Uno de los síntomas
de haber nacido de nuevo, es que damos frutos, frutos de arrepentimiento,
frutos de una nueva forma de vivir, pero también de nuevas vidas ganadas para
el Señor y para su gloria a través de la predicación del evangelio. Jesús mismo
nos dio la clave para poder dar fruto para la gloria del Señor en Juan 15.4-8
De manera que, la
única forma de poder llevar fruto es permaneciendo en Cristo, pero cómo
permanecer en Cristo si no nacimos de nuevo.
CONTINUA EN EL
PRÓXIMO…
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