"Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo." Mateo 9:35Cuando uno mira textos como el que acabamos de leer, puede ver la simplicidad y la falta total de recursos y estructura para hacer la tarea de propagar el evangelio.
Hace poco tuve el privilegio de participar del presbiterio de dos iglesias bautistas; una en la ciudad de La Plata y otra en la ciudad de Ensenada, en las dos oportunidades tuve que compartir el tema de los principios bautistas; que son los principios que nos caracterizan más allá de nuestras diferencias.
El último de los principios que compartí, era el principio del evangelismo, y quiero transcribirlo para que recordemos cuál es la pasión que nos caracteriza como bautistas.
PRINICIPIO DEL EVANGELISMO:
a. El Evangelismo Personal y la Obra Misionera.
Este principio, que es el último, debería ser el que en la práctica más nos caracterizara, y puede definirse en los siguientes conceptos:
- Cada cristiano bautista, un misionero.
- Cada miembro de nuestra iglesia, un evangelista.
- Cada iglesia bautista, una iglesia misionera, una iglesia que se reproduce en nuevas iglesias.
La obra misionera y el evangelismo que expresa La Gran Comisión (Mt. 28:18-20) es la pasión de los bautistas. Creemos en un Dios misionero y somos un pueblo misionero.
Ahora bien, algunas de las implicaciones prácticas de este principio son las siguientes:
1.
ESTILO DE VIDA
Los bautistas creemos que el evangelismo es un estilo de vida y no solo una estrategia específica de un tiempo determinado (Jn. 7:38). Nuestra vida es un evangelio que se comunica a los que nos rodean. Cumplimos la Gran Comisión en nuestro transcurrir diario por la vida, compartiendo en forma natural el mensaje sobrenatural de nuestro Señor Jesucristo en nuestros círculos de influencia: familiares, vecinos, amigos, compañeros de trabajo y escuela.
2.
APOYO DENOMINACIONAL
“... hasta lo último de la tierra” (Hch. 1:8) es una misión que demanda de nosotros el unirnos en apoyo económico para responder eficientemente a este desafío de nuestro Rey y Señor. Por lo tanto, los cristianos bautistas diezman y ofrendan, las iglesias bautistas aportan a su vez de sus recursos a las entidades denominacionales (Convenciones y Asociaciones nacionales, Unión Bautista Latino Americana y Alianza Bautista Mundial) para realizar la obra misionera en gran escala, que sería difícil realizar como iglesias locales solitarias.
Plantar nuevas iglesias discipulando a nuevas personas es como los cristianos bautistas expresamos nuestro compromiso con este principio.
En esta declaración de principios bautistas, encontramos los elementos necesarios para desarrollar la tarea: “La vida transformada de una persona que se convierte en un evangelista” y una iglesia unida para llenar nuestro país y el mundo con el evangelio de Cristo.
Esto es un desafío para volver a la simplicidad y al poder del verdadero evangelio que tanto se ha complicado con estructuras, proyectos e ideas que distan mucho de lo que verdaderamente Jesús quería cuando dijo que vayamos por todo el mundo haciendo discípulos.
Esto me hace acordar lo que el célebre y afamado “príncipe de los predicadores”; Charles Spurgeon, dijo:
La nariz de un hombre constituye uno de sus rasgos más prominentes y así, cuando se hace de él un retrato, es posible agrandarla de tal modo que los ojos, la boca y todo lo demás quedan reducidos a algo insignificante. El retrato, entonces deja de serlo, y se convierte en una caricatura.
En forma parecida, es posible proclamar ciertas doctrinas importantes del evangelio con tanta intensidad, que las demás de ellas quedan relegadas a la sombra, y la predicación ya no es el anuncio del evangelio en su belleza natural, sino una caricatura de la verdad. Y debo confesar que hay algunas personas que parecen ser muy afectas a esta caricatura. [1]
Quiero dar gracias a Dios por la oportunidad que me ha dado de servirlo en diferentes áreas de su obra y en esta ocasión, como presidente del área de evangelismo de nuestra Convención, y desde esta función y esta área que me toca presidir quiero desafiar a todos los bautistas argentinos a volver a la simplicidad del verdadero evangelio: “Una vida transformada por el poder del evangelio, impactando e influenciando otra, para que también sea transformada”.
Estamos trabajando en el área de evangelismo en un proyecto a largo plazo y alcance, que ayude a nuestras iglesias a desarrollar un estilo de vida evangelístico. La tarea del área, no es evangelizar, ya que para eso existe la iglesia, sino de brindar apoyo y herramientas que permitan a la iglesia local alcanzar con el evangelio a toda su comunidad. Para esto necesitamos la ayuda y participación de todos.
Deseo de todo corazón que podamos decir, desde nuestras iglesias locales, como dijo el apóstol Pablo: “Todo lo he llenado del evangelio de Cristo”. (Rom. 15.19)
Pastor Andrés González
Secretario de UBLA
Presidente del área de evangelismo CEBA.
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