El Punto de Apoyo: nuestra fe

Arquímedes de Siracusa, que vivió en el siglo III antes de Cristo,( c. 287 a. C. – c. 212 a. C.) fue un matemático griego, físico, ingeniero, inventor y astrónomo, a  quien se lo conoce por la frase “Denme un punto de apoyo y moveré el mundo”. Describió el empleo de la palanca para potenciar la fuerza y mover grandes bloques de piedra.
Aunque Arquímedes se refería a una ecuación relacionada con las leyes de la física, en cierto sentido, todos necesitamos un punto de apoyo para hacer cosas que con nuestras fuerzas jamás podríamos, ni siquiera moverlas.
Por ejemplo:
    No podemos mover o quitar nuestros errores del pasado. Están siempre con nosotros y el solo recuerdo nos perturba y quisiéramos que eso nunca hubiera ocurrido.
    No podemos cambiar por nosotros mismos de carácter, porque el carácter forma parte de nuestra personalidad. Y somos como somos.
    No podemos, en muchas circunstancias abandonar las drogas, la dependencia a los fármacos o al alcohol u otras adicciones como la pornografía.
    No podemos, a fuerza de voluntad, salir de un pozo depresivo.
El apóstol Pablo dijo “el mal que no quiero hacer, eso hago” y si no puedo hacer lo que quiero, debo admitir que el mal está en mí.”
A ese mal que está en nosotros, Dios lo llama “pecado” que es como el cáncer, o el sida, y es tan maligno que no hay manera de sacarlo o eliminarlo. A menos que tengamos un punto de apoyo y ese punto de apoyo es nuestra fe en Jesucristo.
El mueve las montañas, remueve y quita nuestros errores, sana nuestras heridas, cambia nuestro carácter y nuestros valores, modifica nuestra personalidad, rompe nuestras ataduras y nos libra de la esclavitud de los vicios, obsesiones y del mismo demonio que nos atormenta, nos saca del pozo de la desesperación y la depresión, nos da una razón para vivir, pone alegría en nuestros corazones, nos da nuevos sueños y visiones, y luego nos levanta y nos coloca en posiciones que jamás había soñado.
Pero para hacer todo esto Jesucristo necesita un punto de apoyo en nosotros, y ese punto de apoyo es la fe en El. Por la fe Dios hizo los cielos y la tierra, y por la fe el sigue obrando hoy día, sanando enfermos, haciendo milagros, restaurando familias, proveyendo trabajo, prosperando nuestros proyectos.
Con este punto de apoyo en la fe, Jesucristo comenzará algo nuevo en tu vida, con este punto de apoyo Jesucristo continuará perfeccionándote durante toda tu vida, y con este punto de apoyo Jesucristo concluirá su obra.