Yo entiendo que lo que están queriendo decir es, que un año nuevo representa una nueva oportunidad, para continuar o empezar con aquellas cosas buenas que edifican la vida.
Entonces lo importante no es hacer borrón y cuenta nueva, sino, continuar con aquello que estamos edificando, sin quedarnos varados en los errores y fracasos del pasado.
Hay personas que no obstante el año nuevo ha empezado, siguen viviendo en el pasado. No pueden olvidar los fracasos que experimentaron durante ese año, tal vez la perdida de un ser querido, un divorcio, alguna desgracia familiar, en fin, no faltan circunstancias por las cuales atravesamos el año pasado, que quedaron grabadas en nuestra mente y es difícil olvidarlas, pero eso no nos debe detener para seguir avanzando este nuevo año.
El ayer ya paso. El año 2009 quedó atrás. No hay nada que podamos hacer por lo que ya no existe. Todo el dinero del mundo no puede lograr que Ayer regrese. No podemos anular ningún acto que hayamos realizado, borrar una sola palabra expresada o enmendar un solo error irrevocablemente. Ayer ha pasado y para siempre. Déjalo ir.
El otro día por el que no deberíamos preocuparnos es Mañana, con sus posibles adversidades, sus preocupaciones, su enorme promesa y pobre ejecución.
Mañana también esta mas allá de nuestro control inmediato. Mañana, el sol saldrá con esplendor o detrás de nubarrones, pero saldrá. Y hasta que lo haga no vamos a aventurarnos en el Mañana porque aun no ha nacido.
Con cuanta razón Mateo 6:34 dice: "Así, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal". No hay razón para preocuparnos por aquello que no ha sucedido y tal vez ni sucederá.
Así que, debemos estar agradecidos con Dios de que, todavía estamos aquí. Si estamos leyendo este articulo, quiere decir que estamos vivos y disfrutando de un nuevo día y un año nuevo. ¡Oh Si! Tendremos aflicciones y luchas y todo lo antes mencionado, pero también tenemos la promesa de que Dios estará con nosotros. El ha prometido nunca dejarnos ni desampararnos.
Gracias a Dios por ello.
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