domingo, 4 de octubre de 2009

Conectados a la Vid

"Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer."(Juan 15:5)

Estamos viviendo un tiempo en el que nos urge entender que la meta del creyente es ser alguien completamente convencido de que sin Dios no podemos vivir. Separados de Él, nada podemos hacer. Es Dios quien nos sostiene y nos da sentido de satisfacción y realización.

Estamos próximos a una campaña de evangelización, pero es necesariamente imprescindible que entendamos que antes de salir a evangelizar, debemos, en primer lugar, estar conectados a la Vid, o sea a Cristo.

Permanecer en Jesús no es algo que se produce automáticamente en los creyentes, sino que es una manera de vivir que implica disciplina y esfuerzo. Se requiere que cada uno decida cada día estar conectado o no.

Tenemos que someternos deliberadamente a nuestra unión con Jesús y darle el primer lugar en lo que respecta a nuestra vida.

Si queremos realmente ver frutos y frutos que permanezcan, debemos entender que no lo podremos hacer sin estar conectados con Cristo.

Eso no es algo que podemos hacer por un tiempo y luego nos olvidamos de ello, sino que debemos hacerlo todos los días. No es por obligación, sino por amor.

La otra cosa que debemos entender, es que para permanecer conectados con la Vid que es Cristo, debemos permanecer en sus mandamientos.

Expresamente en Juan 15:12 Jesús declara cuál es el mandamiento que nos hace estar conectados a la Vid. “Que os améis unos a otros”.

Si queremos ganar al mundo, pero no hemos aprendido a amar y aceptar a mi hermano que tengo al lado, seguramente no tendré éxito a la hora de evangelizar y si de alguna manera tuviera fruto, no van a ser frutos que permanezcan.

Es por esto que debemos revisar nuestro corazón con respecto, en primer lugar, a Dios y en segundo lugar, con respecto a nuestro hermanos.

Si estamos conectados a Cristo y estamos amando a nuestros hermanos, entonces Jesús dice: Pide lo que quieras y te será hecho.

La fructificación y la multiplicación vienen como consecuencia natural de estar conectados a la Vid que es Cristo, y para estar conectados debemos guardar sus mandamientos y su mandamiento es que nos amemos.

Pastor Andrés González.

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