viernes, 7 de noviembre de 2008

GRUPOS DE BENDICIÓN Y CRECIMIENTO


CONSEJOS para evitar riesgos

El riesgo de ignorar las relaciones.

Se ignora las relaciones cuando se envía a una persona a un grupo de extraños o de gente con las cuales no tiene ninguna afinidad. Muchísimas personas dejaron de asistir a la iglesia por la falta de sensibilidad de algunos facilitadores que insistieron en “meter” a una persona a un grupo solo porque ese grupo estaba en su barrio, o porque les pareció que tal o cual facilitador le vendría bien, o han querido forzar el crecimiento de su propio grupo o sección colocando a una persona en un grupo incompatible.

El énfasis en las relaciones es el mejor criterio para la atención de los grupos. A todos nos gusta estar donde nos sentimos bien y no solo porque es nuestra obligación o porque nuestro estatuto lo establece. Nos sentimos bien cuando percibimos el cariño de los que nos rodean y nos demuestran su amor al adaptarse a nosotros.
Si nos limitamos a atender a la gente en forma grupal bajo un código postal solamente, seguramente dejarán de asistir. La gente desea ir a un grupo donde se encuentran sus amigos y la gente que los estima, aun cuando tenga que cruzar toda la ciudad.

El riesgo de dar tareas para el hogar

En el afán de ayudar con el aprendizaje de los nuevos creyentes muchas veces se ha comedido el error de dar tareas para el hogar obligatorias. Las tareas obligatorias para el hogar son otra de las razones porque la gente no desea asistir a la próxima reunión.

El coordinador de un pequeño grupo de una gran iglesia ha señalado: Este método produce un sentimiento de vergüenza y culpa cuando ellos no pueden cumplir con las obligaciones". Esta es una de las razones para que el facilitador se asegure que todas las asignaciones estén completas antes de la semana próxima, ¡y que nadie sea puesto en evidencia!

El riesgo de hablar de cualquier cosa

Una alimentación pobre produce malnutrición, crecimiento retardado, exposición a diversas enfermedades, desgano para realizar actividades y en casos extremos, produce la muerte. Esto es exactamente lo que ocurre cuando el facilitador de un grupo y el mismo grupo no toman en serio la tremenda importancia de reflexionar, asimilar y llevar a cabo lo que se aprende en el estudio bíblico inductivo.

Hablar de cualquier cosa no significa solo el abandono de la enseñanza bíblica, significa considerar superficialmente y a la ligera las Sagradas Escrituras y hablar con liviandad. Si en un grupo se repiten frases gastadas, que se dicen sin pensar, de manera automática, es también un motivo poderoso de la pérdida de interés y la desintegración de los grupos. Debemos tomar conciencia que la gente pasa hambre por falta de la "comida verdadera" del cristianismo y urgentemente necesita estar involucrada en los temas que conquisten sus mentes y almas. Necesita una interacción con otros cristianos en un cuerpo ministerial y emocionarse con la revelación del Espíritu Santo.
El riesgo de la falta de flexibilidad

Tiene que ver con la dureza e intransigencia en el liderazgo al establecer ciertos días y un horario de reuniones estricto sin considerar la conveniencia y posibilidades de los demás. Es muy común que tales facilitadores se quejen porque la gente no asiste o no “se compromete”.

Los controles estrictos en los horarios que solo admiten reuniones fijas ciertas noches a la semana, pueden estorbar la participación de algunos miembros de la iglesia y visitantes del barrio. Los horarios de trabajo u otros eventos pueden ser un estorbo para que crezca un grupo si no se adapta y flexibiliza. Aunque es cierto que los grupos no podrían ajustarse al horario de cada miembro, tendrían que hacer el esfuerzo de ponerse de acuerdo para hacer viable la reunión de cada semana.

No hay comentarios: