Bendito sea el Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo,
que nos bendijo con toda
bendición espiritual
en los lugares celestiales
en Cristo.
Efesios 1.3
En este pasaje, Pablo, pone en descubierto un tremendo secreto espiritual para nosotros hoy. Lo que Pablo pone en relieve, en primer lugar es que Dios “Ya” nos bendijo con toda clase de bendición, en
segundo lugar nos enseña que estas bendiciones están en los lugares celestiales, donde según Jesús, los ladrones no pueden llegar, ni siquiera el Ladrón por excelencia, Satanás. O sea que estas bendiciones están bien aseguradas.
Lo que nosotros tenemos que hacer es entrar en los lugares celestiales y tomar aquello que por derecho es nuestro. La única manera de entrar en este lugar es en oración.
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